sábado, marzo 24, 2007

HOY CENARE CON EL...MOSEÑOR ROMERO VIVE



En elmomento más sagrado de la misa una bala criminal y artera le atravesó el corazón...lo más tierno y sublime que él tenía...

El lunes 24 de marzo de 1980, es uno de esos días que marcan no sólo la vida de indivíduos, ni la vida de pueblos y naciones, esa fecha marcó la vida de la humanidad entera, esta es una de esas fechas que uno recuerda dónde estaba cuando ocurrió el hecho.

Yo me encontraba enla Universidad con mi amigo y compañero Carlos Figeac cuando por los alto parlantes transmitieron la noticia: "Compañeros les hacemos saber que esta tarde los esbirros de la tiranía militar fasostoide han asesinado a sangre fría a Monseñor Oscar Arnulfo Romero, los criminales creyeron que con su muerte física iban a silenciar su voz pero se equivocaron..."

Como medida de precaución porque en esos días no atinaban, decidimos irnos al Pete's Donnuts, una cafetería al aire libre que quedaba sobre la 25 Av. Sur, frente a la Fuente Luminos, a pocas cuadras de la Universidad, frente al casco de la hacienda, conocida también como Embajada de Estados Unidos, y a una distancia corta de donde tenían el cuerpo del santo martir.

-Puta, mirá lo que hicieron esos hijos de puta vos...
-Sí hom, esos pendejos creen que con matarlo van a callar su voz, pero son tan mierdas que no advierten que más volumen le van a dar a sus homilias.
-Hey ¿Y ya viste cómo se nos queda viendo ese hijueputa guardia que cuida la Emabjada?
-Simón, esos hijos de puta están nerviosos y con esa tu cara de guerrinche de mentol que tenés vaya a ser que nos jodan, mejor paguemos y nos vamos a la más mierda.
-Al fin te escuché algo inteligente maje, vámonos!

Al llegar a casa mi hija Lalita, a quien Monseñor Romero había bendeciodo en persona pocos meses antes, me esperaba con so vocecita triste y un par de lagrimitas en sus ojos: "Ya sabe lo que le hicieron a Monseñor papito..."

Hoy se cumple el 27 Aniversario del martirio...

Lo lloró todo un pueblo, y cuando el pueblo llora ya no hay que decir nada, porque está dicho todo...!


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