Segun parece el tal Heraclito de Efeso (por decir un nombre que vengo diciendo desde que estaba en quinto curso en 1970, no porque yo sea un erudito en filosofia, ni puta cosa que se parezca), tenia razon cuando decia (yo no lo oi, pero asi dicen los expertos que decia el tal Heraclito de Efeso), que TODO CAMBIA MENOS LAS LEYES DEL CAMBIO.
Dicen que matizaba sus tesis con ejemplos irrefutables como eso de que "nadie se bana dos veces en un mismo rio" y que eso era cierto, porque el rio sigue su corriente y el agua de ese rio no es la misma en el siguiente segundo al que te estas banando; y que aun cuando guardaras el agua y te banaras al dia siguiente, ya el agua no fuera la misma, porque estuviera sucia, y en ultima instancia, ya vos no sos el mismo porque cada segundo que pasa estas cambiando en tu contenido tanto atomico como etereo (perdon, pero hasta este momento no se que putas he escrito.)
El caso es que yo estoy sientiendo mi propio cambio a pasos agigantados. Y no es que me moleste el paso del tiempo. Yo no soy tan pendejo como para preocuparme por mi propia vejez. Al contrario, eso me alegra porque de eso se trata la vida, de llevarla hasta donde se pueda. Lo que si me enerva es la molestia concomitante a la edad vieja con su cuota de achaques, visitas al medico mas frecuentes, molestias por mierdas insignificantes y pensamientos preparatorios para la demencia senil.
Por otra parte, la eterna rutina del trabajo a mansalva y la carencia de condiciones patologicas, hacen que ame la vida y que odie esa parte de mi que se aferra a no quererla dejar.
Espero que conforme el cambio vaya haciendo mella en mi siquis, encuentre la razon para la alborada, de lo contrario, estoy condenado a la amargura de percibir los cambios con el dolor a cuestas.
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