FORT WORTH, Texas (March 31) - Darrell Robertson Regresaba a casa tarde en la noche después de un juego de naipes sólo a encontrar a su mujer revolcándose con otro hombre en la cama de un pick up en su garaje.
Cachada en el acto con su amante, Tracy Denise Robertson (pensando rápida pero no claramente), grito "me están violando!". El esposo, sacó una pistola y mató al otro de un tiro en la cabeza.
El jueves, un Gran Jurado acusó a la mujer por homicidio preterintencional, no al esposo.
"Si encuentro a alguien con mi esposa o mis hijos en mi casa, ni hablar de lo que voy a hacer" dijo Juan Muñiz, 33, que comía en un restaurante suburbano el viernes, "probablemente yo hubiera hecho lo mismo".
Tracy Robertson, 35, pudiera obtener de dos a veinte años en prisión por la muerte de Devin LaSalle, 32, un empleado de UPS.
La noche previa a los hechos, Tracy le había enviado un email a LaSalle en el que le decía en parte: "Hola amigo, ven a verme por favor! Necesito sentir tus cálidos brazos...!" LaSalle, aparentemente estuvo de acuerdo. Fue la última decisión de su vida.
Hasta ayer viernes la mujer aún no había sido arrestada.
Este pobre cristiano entendió por la mala el lema del estado: "Don't mess with Texas"
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