Roque Dalton
El Diccionario de la Historia de los Derechos Civiles Latinos de Arturo Rosales.
Mi hijo me dio un regalo de cumpleaños que no consiste en nada material (que también me dio), sino en un sentimiento de regocijo espiritual, me dio una información, me dijo:
-Papito (sí, están en sus treintas mis hijos, y aún me dicen papito), ¿Y Ud. ya sabía que Ud está en la historia de los líderes de Derechos Civiles de Estados Unidos?
Como si en algo han salido a mí mis gorilitas es en lo bromistas, me percaté de que no fuera 28 de diciembre por aquello de "que le pase por inocente", y me acerqué a él con un poco de sorpresa, curiosidad y entusiasmo, me llevó a la computadora, abrió la correspondiente página y allí estaba la tarugada.
En la noticia, cuando participaba activamente en defensa de los derechos humanos de los salvadoreños en el norte de California. En la esquina baja derecha, foto de mi familita, mi Lalita, mi Yoyito y mi Sequito, mi mujer y yo, parcialmente cubiertos.
Un regalo más lindo no me pudo haber dado mi hijo.
En mis días de Director Ejecutivo del CARE Project, en mi oficinita, alegre de hacer algo bueno por la mara.
-Papito (sí, están en sus treintas mis hijos, y aún me dicen papito), ¿Y Ud. ya sabía que Ud está en la historia de los líderes de Derechos Civiles de Estados Unidos?
Como si en algo han salido a mí mis gorilitas es en lo bromistas, me percaté de que no fuera 28 de diciembre por aquello de "que le pase por inocente", y me acerqué a él con un poco de sorpresa, curiosidad y entusiasmo, me llevó a la computadora, abrió la correspondiente página y allí estaba la tarugada.
En la noticia, cuando participaba activamente en defensa de los derechos humanos de los salvadoreños en el norte de California. En la esquina baja derecha, foto de mi familita, mi Lalita, mi Yoyito y mi Sequito, mi mujer y yo, parcialmente cubiertos.
En las páginas 67 y 68 del libro de Arturo Rosales Dictionary of Latino Human Rights History, aparece mi nombre como el creador de un proyecto que fundé a mediados de los ochenta aquí en San Rafael, California, el Central America Refugee Project of Marin, o simplemente CARE Project, fue algo que pasó por mi mente en esos días con el fin, primero, de aliviar las ansiedades y desfortunas de los salvadoreños que veníamos a este país como resultado de la guerra, y, segundo, realizaba activismo en favor de la finalización de la guerra en El Salvador. Todo eso yo lo tomaba como natural, como una forma de compartir una alegría enmedio del dolor de sentirnos ex patriados de un país tan lindo como El Salvador.
El CARE Project fue algo realmente para mí ordinario que para otros fue extraordinario, tan extraordinario como para inmortalizarlo en un diccionario y escribir mi nombre a la par de verdaderos gigantes hispanos defensores de los Derechos Humanos en Estados Unidos como César Chávez y Henry Cisneros.
No que yo crea o diga que soy como ellos, pero: ¿De qué sirve mi humilde opinión contra la de los expertos?☺
Un regalo más lindo no me pudo haber dado mi hijo.
En mis días de Director Ejecutivo del CARE Project, en mi oficinita, alegre de hacer algo bueno por la mara.
7 comentarios:
Sos grande... ¿Ya ves?
Mmmmmm! Mmmmm! Se oye bonito te voy a decir bro! Je, je, je.
Saludos JC ¿Cómo va esa cruda navideña?
AC
Estoy pasando a la etapa de los analgésicos... Esto va para largo...
¿Para largo? Como dijo José Alfredo; 'Pa todo el año.
El 31 te espera otra!☺
AC
pooota brother, no me jodas si ya dejaste huella en este mundo matraca Felicidades
"En este mundo matraca" donde "de c... nadie se escapa" Ja, ja, ja!
Simón, allí he dejado huella bro!☺☺☺
Bienvenido de nuevo a la blogósfera Wirwin!
jajajajajajajajajajaja simon de eso nadie se escapa... jajajajaja
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