La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, aplaudió hoy la decisión de la Justicia de Guatemala de no conceder la amnistía al exgeneral golpista José Efraín Ríos Montt y lo consideró un precedente importante para casos de otros acusados como él de genocidio.
El exgeneral, de 85 años, llegó al poder mediante un golpe de Estado en 1982 y lo conservó durante diecisiete meses, en plena guerra civil guatemalteca.
Durante operaciones perpetradas por el Ejército durante ese periodo, se calcula que sólo en las zonas del noroeste de Guatemala fueron ejecutados por los militares más de 1.771 indígenas.
Guatemala le está dando una lección a las autoridades salvadoreñas a las que todavía les tiembla el pulso para declarar con seguridad que en El Salvador se violaron los derechos humanos en forma masiva.
La Honorable Corte Suprema de Justicia salvadoreña dice "me aparto y me agacho" a la petición de las Cortes de justicia de Epaña para que envíen a los militares responsables de los asesinatos de los padres Jesuitas de la UCA en 1989, que vienen a ser los mismos responsables de torturas, masacres, asesinatos selectivos y desapareciemientos de civiles durante la guerra civil que azotó el país por doce años desde 1980.
Allí están las masacres del Mozote, la Cayetana, el Sumpul, Cutumay Camones y setenta y cinco mil muertos y desaparecidos que aún esperan justicia.
Los que esgrimen el pobre argumento de los Castro, Chávez y Ortega, para justificar la impunidad de los delincuentes salvadoreños, están confundiendo el cebo con la manteca, les sugiero que vayan a Cuba, Venezuela y Nicaragua a motivar a sus pueblos.
Guatemala ha hecho lo que tenía que hacer en Guatemala, solo en El Salvador no se hace lo que se tiene que hacer con la sanguinaria Tandona, cuyos miembros se pavonean por las calles de San Salvador cargando en sus cochinas conciencias los gritos de dolor de sus víctimas y el llanto de los niños, hombres, mujeres y ancianos que cayeron inermes ante la "valentía" de un ejército inepto que nunca fue capaz ni siquiera de hacerle cosquillas a una guerrilla que jugó con ellos como quiso y que no lo hizo sucumbir solo por los millones de dólares que las administraciones Reagan y Bush les desembolsaban,
Bien por Guatemala, el turno es de El Salvador!
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