En 1992 se hicieron realidad mis sueños más importantes en Estados Unidos: graduarme de una universidad gringa, conseguir un trabajo digno, ver en paz El Salvador y, el aun más importante, serle útil a mi país.
PARA LA HISTORIA. La primera reunión del Proyecto Montañas Hermanas de Marín en la primavera de 1992. Sentadas línea de arriba: Lucienne O'keefe, mi mujer Amalia, Hanna Creighton y su hija Sarah. Sentados en el suelo, Lynn Rolston a la izquierda de la foto, y a mi izquierda Eugene Coyle. Aquí nadie está a la derecha☺
1992 estaba llamado a ser un año crítico en mi vida como indivíduo y como salvadoreño. Como indivíduo coroné mi carrera de profesor de educación superior en la prestigiosa Universidad Dominicana de San Rafael, California. A renglón seguido obtuve trabajo con relativa facilidad en la escuela superior de la mencionada ciudad de San Rafael en donde he vivido los últimos 26 años. Estos dos triunfos personales me hacían volver la mirada a El Salvador, una vez asegurado el pago de mis cuentas.
Don Fito Guerrero, maestro de profesión, ex comandante guerrillero y líder de la comunidad Guillermo Ungo. Aquí me da la bienvenida en mi último viaje a El Salvador, en mi acostumbrada visita al cerro.
La guerra había terminado y ahora, con el sueño americano hecho una tangible realidad, era la hora de hacer valer mis convicciones en favor de los necesitados de mi país. Vale aclarar que ni por una milésima de segundo cruzó ni cruza por mi mente que yo soy el mesías prometido para El Salvador. Nada de eso, yo soy lo suficientemente inteligente como para conocer mis capacidades y, mejor que eso, mis posibilidades.
Pensé en un proyecto que fuera al mismo tiempo modesto, realista, importante para la sociedad, y fácil de atraer para los americanos que me iban a ayudar. Porque con la experiencia que había tenido poco tiempo atrás con salvadoreños revolucionarios de pacotilla en Estados Unidos, no quería, ni quiero, tener nada que ver en lo que a labor política respecta.
Sí quise que fuera proyectada la idea a sectores dominados por las fuerzas del FMLN, porque yo soy izquierdista desde la cuna y lo voy a ser hasta la tumba, ¿Qué otra mentalidad puede tener un tipo de extracción proletaria, que creció y aun vive en un barrio pobre, que se educó gracias a una madre soltera que sacrificó su propio bienestar para sacar adelante a 4 hijos habiendo hecho profesionales a tres, y heredado su trabajo a la cuarta?
Así las cosas, con la ayuda de mi hermano Guillermo en El Salvador, escogimos un proyecto de educación en el cerro de Guazapa, conocido en la época de la guerra como Un Dardo en el Corazón del Enemigo. Nos pusimos en contacto con sus líderes, quienes luego de estudiarlo le dieron su aval.
Mi máxima felicidad: comida salvadoreña en el corazón de la campiña con la excelente compañía de Ana Ruth y don Fito ¿Qué más?
Luego hablé del caso con un grupo de estadounidenses con el corazón en el lugar correcto, ellos no solo fueron receptivos, sino que aceptaron la idea, la tomaron como suya, le pusimos un nombre y le dimos viaje habiendo salido a la luz pública en el condado de Marín, al norte de la Bahía de San Francisco, como The Sister Mountain Project of Marín, o El Proyecto Montañas Hermanas de Marín.
Hanna Creighton, Lynn Rolston, ambos QEPD, Lucienne O'Keefe, Eugene Coyle, mi mujer, y yo, nos reunimos un domingo en casa de Hanna y creamos lo que se llama un Steering Committee. Con el tiempo se nos unieron otros, entre ellos Marie Jolly, Kitt Everst, Doug y Pery Ann Wilson, Martha Haroky, hermana de Hanna, quien tomó cartas en el asunto a raíz del deceso de nuestra inolvidable lideresa; Cathy y Caitlin Rolston esposa e hija de Lynn quienes siguieron el mismo ejemplo al éste partir hacia la Luz.
¿Por qué Montañas Hermanas?
La mayor elevación del Area de la Bahía de San Francisco se encuentra precisamente en el condado de Marín, se llama Mount Tamalpais y es un volcán tan calcado con el cerro de Guazapa que al verlos en foto desde algunos ángulos no se distingue cuál es cuál, parecen dos montañas gemelas. De allí vino el carismático nombre de Montañas Hermanas.
La niña María, matriarca de la comunidad Guillermo Ungo en Guazapa, sufrió en carne viva los abatares de la guerra. Siempre amable, siempre linda. En la foto en una muy divertida plática de sobremesa.
Como he aclarado este es un proyecto modesto, que ha venido evolucionando. Al principio les pagábamos los salarios a cuatro profesores rurales para que irradiaran sus luces en la comunidad Guillermo Ungo en el Sur del cerro de Guazapa. En la actualidad pagamos salarios también de una secretaria y destinamos fondos para mantenimiento del Tercer Ciclo de la ciudadela, que en la actualidad lleva el nombre de Hanna Creighton en memoria de nuestra recordada amiga. Nada exorbitante, cantidades modestas pero suficientes para hacer felices a niños y satisfacrles su necesidad de educación, así como para llevar pan a la mesa de humildes mentores.
La razón principal de mi visita a Guazapa, la entrega de un cheque modestísimo, pero con amor infinito para mi pueblo. Todo gracias a mis hermanos americanos que generosamente donan para llevar luz del saber a mi país.
En lo que a mí respecta, el modesto proyecto es suficiente para sentirme útil para mi país y tranquilo con mi conciencia de izquierdista revolucionario que sin importar quién sea el poderoso de turno en el gobierno, sigue adelante con sus ideas progresistas.
Sin comprometerme con nadie más que con mis propias convicciones, sin una gota de sangre derechista en mis venas, odiando con toda mi alma al partido escuadronero y clamando por siempre que amo al FMLN, pero tampoco es mi amo.
1992, 2012...¿Que veinte años no es nada...?
Tercer Ciclo de Enseñanza Básica Hanna Creighton honrando la memoria de quien trabajó duro para hacer realidad un sueño de humanidad.