Nayeli y Victoria Vieira, me conceden el honor de posar conmigo en una noche de estrellas.Para alguien que ha pasado más de la mitad de su vida en el campo de la docencia, nada es más hermosos que saber que ha sembrado semillitas en el camino y que estas semillitas van germinando. Realmente ninguna profesión impacta tanto la vida de la gente como la de maestro, qué mejor cosa se puede decir de este trabajo, que el hombre que cambió el curso de la historia fue un maestro, su nombre: Jesús, como el mío (modestia a parte.)
El otro día mi carísima amiga Victoria Vieira me invitó a un evento en su casa aquí en San Rafael, en el que se entregarían un número de becas a estudiantes hispanos de bajos recursos en el Condado de Marín, en California. Mi sorpresa fue agradablemente mayúscula cuando vi a mi ex alumna Nayeli Hernández entre los felices recipientes.
La genial mexicanita fue una estrellita académica en mi áula en sus días de High School, entre logros académicos y actividades de liderazgo, pasó esa fase de la secundaria con honores, y hoy sigue haciendo ruido del positivo en las áulas del College.
Esta niña tiene un futuro brillante en los Estados Unidos, los hispanos somos afortunados de tener entre nosotros estos chicos que valen lo que pesan en oro, quienes tienen la gran responsabilidad de recoger la bandera de los latinos que ya vamos de salida.
Esta niña tiene un futuro brillante en los Estados Unidos, los hispanos somos afortunados de tener entre nosotros estos chicos que valen lo que pesan en oro, quienes tienen la gran responsabilidad de recoger la bandera de los latinos que ya vamos de salida.
La noche del 27 estuvo plagada de estrellas. Congratulations, girl!
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