UNA VOZ EN EL AEROPUERTO LE DIJO: ¡SOR PRESA!
Su más anhelado sueño era viajar a Roma, Italia, y para ello no dudó en intentar estafar a las autoridades consulares de ese país y a los agentes del Departamento de Extranjería de Lima, Perú.
Rosa Gómez Sinche se presentó ayer en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, vestida como monja de la congregación Episcopal de Huancayo.
Con una ‘fe ciega’ presentó su pasaporte y visa falsificados, sin imaginar que su delito sería puesto al descubierto.
Imploró perdón para que la dejaran en libertad, pero su suerte estaba echada.
Las autoridades peuanas han comprendido su situación y al no encontrarle ningún nexo con mafia alguna, ni otra motivación criminal más que huir de la pobreza, la dejaron en libertad luego de algunas horas de interrogatorio.
Fuera de la parte cómica por lo insólito de la idea de Rosa, yo veo una parte trágica pues si algo yo respeto es la pobreza, y detrás de la decisión de esta pobre muchacha hay un deseo imperioso de emigrar para buscar un mejor horizonte en otra parte.
Buena suerte para la próxima Rosita.
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