Este silencio tenue ha golpeado mis horas
con la dulce blancura de una estrella remota.
Hoy no ha salido el sol por la ventana
no ha caminado el gato sobre la alfombra nueva.
Una lluvia de dagas ha penetrado el alma
de sesenta jazmines muriendo en la miseria
y ha parecido el día un puñado de tierra
más negra que los cuervos que estaban allá afuera.
Ya no volvió la angustia a gravitar la aurora
sin embargo el recuerdo delata mis deseos.
Esa mañana dulce gravita en mi cerebro
y hace que esta mi vida se mueva con sonrisas.
Regresó la alegría a la noche del martes
con su pelo de novia que el viento parisino
besó desesperado.
La experiencia fue mucha color de terciopelo
que una obra de Picasso se quedaba pequeña.
La noche ya se aleja y el rumor del silencio
se ha llevado mi sueño con lujuria escarlata...
Y si ya me olvidaste...al fin nunca te quise...
San Rafael, California enero 20, 2007
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