MARZO, '73Esquipulas, Guatemala. Con mi mamá y don Alfredo. Al fondo, la preciosa iglesia colonial que hospeda a una de las imágenes más veneradas de América: El Cristo Negro de Esquipulas
Mi primer viaje fuera de El Salvador lo hice a Guatemala. Mi jornal del sábado 31 de marzo de 1973 se lee: "A la cuatro de la mañana nos fuimos con mi mamá y don Alfredo (mi padrastro), para la terminal de occidente. La idea era ir a Guatemala.
En Santa Ana abordamos un bus para Metapán, aquí compré el Diario de Hoy. He salido en la página deportiva con el equipo de BKB Don Pablo. La carretera de Santa Ana a Metapán está en construcción por lo que hay una polvazón del diablo. Llegamos a la frontera de Anguiatú a las 10:30. El bus para Esquipulas sale hasta la 1:00 y me he medio desesperado.
Me estoy enfermando del estómago debido a que empecé a comer desde las cinco de la mañana y la digestión se me ha descontrolado. Llegamos Esquipulas a eso de las 3 de la tarde. Me agarró una de esas "carreras que no dan tiempo" y hemos tenido que recurrir a una pensión para que me alquilen el baño.
Esquipulas es un pueblo pintoresco. Por primera vez en mi vida he visto gentes usando refajos y con los niños suspendido de una especia de hamacas que se amarran en la cabeza las madres, ya que en El Salvador esa indumentaria ya no se estila ni en los pueblos más remotos.
La atracción turística principal es la imagen del Cristo Negro a quien se le atribuyen innumerables milagros. De todo el mundo llegan al pueblo peregrinos a rendir alabanza al hermoso Señor.
Como a las 6 y media nos fuimos para la capital y hemos llegado quizás a las doce de la noche.
¡Caí en la cama del hotel como fardo!"
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