Por eso se da los gustos que ella quiere, y como todavía no me quiere dar nietos y su esposo, el paciente Tomy, la apoya en sus caprichos, ayer se le ocurrió mercarse el carro de sus sueños en los últimos años: un PT Cruiser convertible del color de la bandera de El Salvador, aquí luce su nuevo juguete.
Buenísimo mi reina, disfrute el fruto de su esfuerzo, Ud. se lo merece!
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