miércoles, junio 20, 2007

ADIOS DON TOÑO

UNA LEYENDA DEJA PARA SIEMPRE EL ESCENARIO

Así lo relata La Prensa Gráfica de El Salvador de hoy miércoles 20 de junio:


Antonio Aguilar, una de las voces más poderosas y reconocidas de México a nivel internacional, murió el martes en la noche tras luchar por varios días contra una neumonía que lo sumió en un agotamiento agudo del que no se recuperó, informaron sus médicos. Tenía 88 años.

El Charro de México, como también se le conocía, falleció en un hospital de la ciudad de México, dijo su médico, el cardiólgo Jaime Arriaga Gracia, citado en medios locales de comunicación.

A pesar de todos los esfuerzos que se hicieron, el señor (Aguilar) falleció poco antes de la medianoche, tratamos de reanimarlo, pero ya no respondió, dijo el doctor en declaraciones publicadas por el diario Reforma.

Cuando alguien llega a su parte final... el corazón no responde debido a una falla multiorgánica, es decir, un desgaste total, eso ocasionó el deceso, agregó.

El lunes pasado, Arriaga había confirmado la intención de la familia de trasladar el cuerpo del cantante a su estado natal de Zacatecas, sin embargo, no estaba claro si primero se le harían honras fúnebres en la capital.

Aguilar es considerado junto con José Alfredo Jiménez, Pedro Infante, Jorge Negrete y Vicente Fernández, como uno de los más grandes intérpretes de música popular mexicana, la que plasmó en más de 150 discos.

Fue pionero en la difusión de las canciones rancheras y de mariachi fuera del territorio mexicano, según destacó siempre Vicente Fernández.

Antonio fue el que nos abrió las puertas en Estados Unidos y Latinoamérica, con su espectáculo tan bueno. Toño es una persona que, comparada con Pedro Infante, pues trabajó más. Incluso en España conocían más a Antonio Aguilar, dijo recientemente al diario El Sol de Sinaloa.

Luego de vender más de 25 millones de copias de discos alrededor del mundo, en el 2000 recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, lo que calificó como uno de los mejores episodios de mi vida.

Alcanzó popularidad con temas como Albur de amor, La paloma, Gabino Barrera, Caballo prieto azabache y Puño de tierra, entre otras. De hecho, su registro de voz era tan amplio que en sus inicios interpretó óperas.

Aguilar había contado que esa aptitud por la música se la debía a su madre, María de los Angeles Barraza, quien cantaba en el coro de su iglesia.

Pero Aguilar no se hizo artista por casualidad. En su juventud se fue a Hollywood a estudiar actuación y canto.

Ya para el 1952 hizo su debut en el cine con la cinta Un rincón cerca del cielo, al lado de Infante. Cuatro años más tarde hizo su primer papel protagónico en Tierra de hombres. También compartió créditos con el legendario John Wayne en la película del viejo oeste The Undefeated de 1969.

En total, actuó en 150 películas la mayoría protagonizadas, escritas o producidas por él, entre las que destacan múltiples comedias rancheras o personajes populares e históricos, como Heraclio Bernal y Emiliano Zapata.

Aguilar era además amante de los caballos y junto a su esposa la cantante y actriz Flor Silvestre creó un innovador espectáculo que llevó por toda la república mexicana y varios países, en el que hacía que los equinos bailaran al ritmo de su música.

Con ese espectáculo inició a sus hijos, incluyendo al ganador de un Grammy Pepe Aguilar, en la industria de la música.

Artistas como Joan Sebastian han seguido esa tradición.

Fue Gran Mariscal del Desfile de la Independencia de México en Los Angeles, y recibió las llaves de esa ciudad en los años de 1973, 1974 y 1996.

La condición de salud del artista --nacido en Zacatecas el 17 de mayo de 1919-- había desmejorado desde el 2003 cuando le colocaron un marcapasos. En años recientes también tuvo varios problemas pulmonares por lo que también recibió atención médica.

Para su sobrina, la también cantante Guadalupe Pineda, fue un tío generoso, cariñoso, emprendedor y líder natural.

Dijo que de niña el cantante los acompañaba al río y a recorrer su rancho en Zacatecas. Ya de adulta recuerda sus Navidades y despedidas de año en la casa del artista donde siempre encendían una fogata, cocinaban e inevitablemente terminaban cantando.

El tío Antonio siempre me decía sigue adelante mi hija, y en italiano también le recordaba que volviera a lo antiguo.

Es que él empezó cantando óperas y en una visita a Puerto Rico, se reunió con Rafael Hernández, El Jibarito, que le dijo: no cantes ópera, si de verdad tú quieres llegarle a tu pueblo, que se identifiquen contigo, cántale a la gente lo suyo, cántales las canciones del rancho, cántales de mariachi, relató.



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