viernes, noviembre 28, 2008

NO MAS NIÑOS QUEMADOS, NO COMPRES POLVORA


Hace muchísimos, pero muchísimos años, siendo yo un niño, para la última Navidad que pasamos con mi familia en la colonia Luz de San Salvador, yo me escamoteé un cigarro encendido de mi padrastro y me fui enfrente de la casa, a la zona engramada entre la acera y la calle, a reventar cohetes. Le encendía la mecha al cohete y de inmediato lo tiraba al suelo para que allí reventara. Estaba nervioso, bien lo recuerdo, había en mí una mezcla de miedo, alegría y excitación cada vez que veía el petardo reventar, una cosa es cierta: era bien divertido para mí todo aquel rollo.

En una de esas, en vez de tirar el cohete con la mecha encendida, tiro el cigarro. Me quedé unos segundos viendo para el suelo esperando que reventara y, cuál no sería mi sorpresa, cuando me reventó en los dedos el hijueputa cohete. Tras el reventón el alarido mío y pongo pie en polvorosa para mi casa chillando, porque como llorón yo era campeón.

Gracias a Dios no pasó a más el incidente, como el cohete era de las pijitas más chiquitas, una mi semana con las yemas de los dedos hinchados, un pequeño tratamiento casero de mi abuelita y sanseacabó. Sin embargo el trauma duró hasta este día, jamás volví a reventar cohetes por el resto de mis días en El Salvador.

Entre mis hijos, sólo la mayor fue muy atraída a ese tipo de diversión, gracias a Dios nunca tuvo un percance nefasto, mis dos hijos menores crecieron en Estados Unidos y este país tiene esa gracia, es estrictamente prohibido reventar pólvora en absolutamente ninguna parte. Aquí simplemente no venden pólvora y punto. Cuando hay celebraciones que ameriten luces artificiales (Independencia, Año Nuevo, por ejemplo), se hace bajo el más absoluto control, con un cuerpo de agua de por medio y nunca por particulares inexpertos, éstos sólo pueden disfrutar de los atractivos visuales pero nada más. ¡Qué decisión más inteligente!

Reventar cohetes es una tradición primitiva, peligrosa y estúpida que todos los años cobra decenas de vidas en distintas partes del mundo y especialmente en Latinoamérica. En El Salvador es casi ya una costumbre el que todos los años mueran seres humanos, en su mayoría niños inocentes que se encuentran en el lugar errado en el momento errado.

Es triste pensar que de una tradición tan mortal dependan las economías doméstica de muchas familias, porque hay que admitir que muchas gentes llevan pan a sus mesas gracias a la venta de este producto.

Felicitaciones a los iniciadores de esta importante campaña No Más Niños Quemados iniciada por blogueros salvadoreños. Gracias Wirwin por haberme invitado a unirme a esta campaña por la vida de los seres más importantes del mundo: los niños.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Doctor buenisimo , gracias por apollar me he gozado con tu relato porque creo de niños a todos nos paso algo similar, mis hijos estan chicos y aunque muchos creen que soy egoista porque no les doy la oportunidad "de joderse la mano o peor aún de mutilarse" yo no les voy a comprar cuetes antes estrellitas pero ni eso ahora como dijiste es mejor que esto sea manejado por expertos
saldudos

ALFREDO CAMPOS dijo...

Es una gran alegría compartir ideales Wirwin,

Gracias por lo de "doctor" , pero en lo concerniente a títulos, "licenciado" o "profesor" son mas acordes con la realidad, de ellos me siento muy orgulloso; pero entre mis amigos blogueros, Alfredo es más que suficiente,

Saludos y gracias por tu visita y comentario Wirwin.

AC