Nuestro hermano mayor en la región, México, ha sido, es y será un esperanza, un refugio y un paso para la vida de los salvadoreños.
En lo personal, debo mi vida misma a ese pueblo tan lindo y tan querido, dueño de una tierra bella, cuna de Morelos, Hidalgo, Juárez, Frida Kahlo y Vicente Fernández.
Con el Dr. José Luis Soberanes, Procurador de Derechos Humanos de México, posamos mi hermano Guillermo (derecha), y yo.
Cuando más necesité una mano amiga que me ayudara a salir del país porque los sanguinarios Escuadrtones de la Muerte del gobierno de la época querían extinguirme, allí estuvo la mano del Dr. Edmundo Fonts, Emabajador de México en El Salvador en 1983, para firmar la visa en menos de 5 minutos, quien con un espaldarazo me dijo "buena suerte licenciado..."
Momento de la firma del histórico Acuerdo.
Los que viajamos a Estados Unidos en busca de la Tierra Prometida, no importa por qué medio, tenemos que pasar por México, si por tierra a través de su suelo, si por aire, sobre su bello cielo.
Dado mi sempiterno involucramiento en la defensa de los derechos humanos de mis compatriotas en Estados Unidos, y gracias a gestiones de mi hermano quien es el Jefe de la Maestría de Derechos Humanos y Educación para La Paz de la Universidad de El Salvador, el miércoles 21, fui invitado por la Dra, Beatrice Alamani de Carrillo, Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos en El Salvador, a ser testigo de un evento histórico, como era la firma de un acuerdo migratorio entre las Pruradurías de México y nuestro país, para garantizar el buen tratamiento a nuestros compatriotas cuando pasen por el territorio del país Azteca en su odisea para los Estados Unidos.
El evento fue en el Hotel Hilton Princess de San Salvador y allí estuvimos un grupo de invitados que vimos con esperanza, la firma de aquel acuerdo que llevará un poco de alivio a nuestros compatriotas que, a falta de una decidida acción de nuestro gobierno por sacarlo a delante, tiene que buscar la comida en suelo estadounidense, aunque en muchos casos, represente la muerte.
Esperamos que esta unión de voluntades se materialice en favor de tantos de nuestro hermanos.
Con la Dra. Beatrice Alamani de Carrillo y mihermano Guillermo, en un gran día para los inmigrantes salvadoreños.
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