La primera vez que "cruzamos el charco" con mi mujer, fue a la Madre Patria. ¿Dónde mejor empezar nuestro periplo europeo que visitando el país que nos legó su bella lengua?
En mi jornal del 3 de abril de 1999, escribí: "Estoy profundamente emocionado pues este día marca un hito en mi historia (y en la de mi mujer): por primera vez veremos Europa con nuestros propios ojos.
Casi se nos doraba el viaje por una confusión de horarios en el aeropuerto de San Francisco, pero un movimiento felino de mi hija, quien trabaja en esto, trajo la solución al problema y la calma a mi espíritu que ya veía hecho trizas el sueño de ver el Viejo Continente.
Aterrizaremos en el aeropuerto de Heathrow, Inglaterra, y de allí en un vuelo de British Airways, a Barajas en Madrid (Qué fácil es escribirlo, y qué difícil se me hace concebir y percibir que pronto hemos de pisar suelo europeo.)
La idea es ir al sur de España. En la ciudad de Murcia nos esperan nuestros amigos Javi, Meme Arenas, Enrique Baylercon y su mujer Isabel, a quienes conocimos casi por casualidad.
En un incursión con estudiantes que hizo Enrique a San Rafael High, hicimos una química instantánea y la siguiente cosa fue una invitación a la bella tierra de Cervantes.
EL MEDITERRANEO ESPAÑOL
Ciudad de Mazarrón, provincia de Cartagena. Hace millones de años, aquí era el fondo del Mar Mediterráneo. Parece una película de ciencia ficción, pero es la verdad. El tatemado cliché es muy cierto: a veces la realidad supera a la ficción.
Una pose con mi vieja en las afueras del bar La Farola en donde acabábamos de degustar una exquisita paella murciana.
El Mediterráneo, el épico Mare Nostrum, a nuestros pies.
Con nuestra diminuta amiga Meme Arenas, una española hecha de pedazos de amabilidad. Javi, su novio, detrás de la cámara.
Javi no sale de su sorpresa al ver a dos hambrientos devorando la deliciosa paella murciana...
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