CATCH 22

En la cultura gringa se usa este término Catch 22, para referirse a una situación en la que no importa qué hagás, siempre vas a perder, como fue el caso de aquel chiste en el que un piloto lleva una bomba que va explotar en 2 minutos, está volando sobre territorio enemigo y tiene gasolina sólo para tres minutos más y llama a la base militar para recibir instrucciones; por toda respuesta, de la base militar se oye: Capitán repita después de mí: "Yo pecador, me confieso a Dios..."

Todo por un libro que se escribió en 1961 con ese título en el que se relataba una situación similar a la del chiste, la frase Catch 22 se volvió coloquialismo gringo.

Esta mañana platicaba por teléfono con una colega abogada en El Salvador quien en la actualidad ostenta un cargo público de alguna jerarquía, ella me contaba su genuina preocupacion que se va a quedar sin chamba debido a la asunción del nuevo gobierno del FMLN.

Puta quedarse sin trabajo en medio de una situación cabrona como la que se vive en El Salvador, sobrevivir solvente frente a obligaciones financieras serias; tirarse al ruedo o a la llanuara, como llamamos en El Salvador los abogados al hecho de irse al ejercercicio privado de la profesión, después de estar por años trabajando en el servicio público, a una edad en la que ya se piensa más en el retiro que en iniciar un ejercicio jurídico, es un verdadero desafío en el que no se vislumbra posibilidad de victoria.

En un afán de insuflar un poco de ánimo en mi amiga le digo de forma un tanto bobalicona: pero por qué te preocupás, el que ha ganado es el FMLN, el Frente no va a retomar las mismas prácticas revanchistas, ni va a tomar las actitudes retrógradas que ha estado combatiendo por décadas. Si tomó como bandera de campaña Votar por el Cambio, eso lo tiene que hacer valer bajo todo punto de vista, desde las transformaciones económicas trascendentales para el país, hasta el cambio frente a la injusticia de quitar a empleados y funcionarios públicos solo porque servían en una oficina gubernamental cuando arena el partido oficial.

Mi queridísima amiga me agradece, pero con voz un tanto apagada me señala: ay Fredy, se ve que no has vivido en El Salvador por muchos años, fijate lo que pasó: el gobierno de arena nos obligó durante la campaña a hacer proselitismo en favor de ellos, si no lo hacíamos nos amenazó veladamente con quitarnos el trabajo; así es que no nos quedaba otro remedio que irnos a dar el gran color haciéndole propaganda al partido y socando porque no ganara el Frente, no porque hayamos estado del lado de arena, sino porque queríamos conservar el sueldo. El triunfo del Frente, por una parte me alegra pues es necesario el cambio para el país, pero yo me voy a quedar sin comer.

Mi compañera siempre tuvo un temperamento fuerte y es una mujer de mucha fe. Al final, luego de más conversación de ánimo, en un tono de resignación me dijo bueno...Dios no desampara a sus hijos.

Si no colaboraba con el partido oficial le echaban, como colaboró, la van a echar .Está viviendo el típico Catch 22 mi compañera...tiene razón de buscar la solución en Dios, El no desampara a sus hijos.

Tanto en un chiste como en la vida real, en un Catch 22, solo queda invocar a Dios para salvarse.