lunes, junio 30, 2008

OTRO AñO SIN MI VIEJO

Hoy como ayer su presencia se hace más latente en mi espíritu, la distancia que me aleja de su partida acorta el reencuentro y esa es una de las cosas emocionantes de la muerte, digo de la muerte mía: que un día voy a ver a los que se fueron antes y han quedado en categoría de amor puro en mi existir.

Catorce años atrás me llegaba la noticia a través del hilo telefónico, me lo dijo mi sobrina Miriam, yo estaba en mi casa de San Rafael, California, dándole una clase de español a una de mis estudiantes adultas, una muchacha inglesa que observó un mínimo cambio en mi comportamiento cuando regresé a la mesa a continuar la clase.

Al finalizar le conté lo que me habían dicho y me dio sus condolencias y felicitaciones por lo "profesional que había sido al continuar con la clase a pesar de la noticia".

Los actores cuentan que su "Show debe continuar" cuando reciben este tipo de impactos y, en mi caso, la clase debía continuar y eso hice.

Todavía tengo la deuda de no haber estado con él en sus últimos momentos en la tierra. Ese es un lamento con el que tengo que vivir como dardo en el corazón...lo bueno es que el reecuentro no está muy lejano.

Catorce años más tarde extraño su presencia física en la tierra y quisiera poder abrazarlo como en los viejos tiempos. Una lágrima furtiva no resuelve nada pero alivia un tantito el dolor de ya no verlo.

Descanse en paz mi santo...Sepa que lo amo entrañablemente...

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