y hasta la belleza cansa...
José José
De veras que ya me había aburrido de estar sin hacer algo de forma estructurada. Me encanta la vacación hasta cierto punto; después de una semana de estar metido en la cama hasta las nueve, como que ya no lo disfrto, es más, me irrita estar con mi día atrasado y perder el control sobre cosas de todos los días.
Hoy es mi primer día de trabajo y estoy más que feliz de regresar a saludar a mis colegas, saber qué hicieron y dónde fueron. Suena trivial pero es muy saludable compartir rutinas con los compañeros de trabajo, además, cae bien comprobar que no sólo yo he aumentado diez libras de tanto pasar solo comiendo.
Tiempo de trabajar, de sentirse productivo y saberse útil.
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