Una amistad grabada en roca.
La amistad se prueba con el tiempo. Cuando el destino te pone pruebas, les pone pruebas también a tus amigos, no se trata de "hoy por ti, mañana por mí", se trata de "lo tuyo mío y lo mío de los dos" (creo que es de Serrat esa línea), no sé.
Solíamos echarnos los tamalguashtazos allá en Las Colinas, de Mejicanos. A mí me enculaba oírlo hablar porque abría la boca y siempre había algo que aprender con él. Las puntadas de Jardiel POncelas y la profundidad de Giovanni Papini eran habitantes de mi cerebro gracias a la invitación del "Artista", como lo apodábamos en la mara.
Como era, y aún es, unos añitos mayor que nosostros, mostrábamos nuestra postura supina ante el hombre de experiencia y, de paso, con un puesto en la televisión de El Salvador, que lo hacía rosar con lo más granado del arte del país. Siempre lo estábamos esperando para que nos contara algo de lo ocurrido en los estudios.
Y él, consciente de su ventaja intelectual sobre el resto de nosostros, nunca dejaba de ilustrarnos y alegrarnos con sus pinceladas de ingenio que tiene a flor de labio.
No pude nunca ocultar mi envidia, de la mala, porque era uno de los infinitamente poquísimos seres que podía acercárseles a las mujeres más bellas del mundo cuando se celebró el concurso Miss Universo en El Salvador en el '75 (no me caía nada en gracia verlo presumir las fotos de él con tanta chulada de mamacita que llegó al país, hubiera querido ser él por unas dos semanas...)
En mi último viaje a El Salvador lo visité en su casa, en dnde con su esposa doña Nena, nos dieron un calurosísimo recibimiento.
Su muestra espontánea de alegría que irradió por todos los poros me hizo sentir vergüenza de mí mismo. Vergüenza por no irlo a ver más seguido cuando voy al país, por dedicar mi estancia a trivialidades, dejando a un lado el cultivo de la amistad sincera, de la que poco se ve en estos días de deterioro de la capa de ozono.
Hablamos de todo, con su voz suave y sus maneras finas, nos hizo saber sobre su retiro de la televisión y lo malo que se puso Boris Eserski cuando le dio la noticia. No lo detuvo ni la oferta de aumento de sueldo.
Al despedirnos, el abrazo fuerte y los ojos vidriosos, dijeron mucho más que mil palabras.
Ese es el tipo de amistad de Toño Mejía, la amistad que crece cuanto más se regala.
2 comentarios:
Hola Fredy!
El viejo estuvo muy enfermo, casi se nos va... Pero com tú sabes, no es de cualquier madera que están hechos los viejos robles!
Si puedes llámale, ha cambiado numero de telefono: (503)22728581.
Gracias por mantener este artículo; creo que es el único que anda por ahi...
Saludos de Toño Mejía Jr.
arq-gamo@hotmail.com
Gracias por contactar brother, ahorita mismo llamo a tu papá!
Fredy
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