En 1988, el multilaureado escritor salvadoreño hizo una gira por el Area de la Bahía de San Francisco promoviendo sus libros Un Día en la Vida y Cuscatlán, donde Bate la Mar del Sur. Vino a través de un esfuerzo hecho por CODICES, organización, dignamente dirigida por la Dra. Martivón Galindo, que aglomeraba a un número de escritores salvadoreños locales al cual yo pertenecía en calidad de metido☼
Además de promover el libro, aprovechamos la presencia del connotado escritor nacional para que nos diera una serie de talleres sobre narrativa y poesía; al mismo tiempo que nos ilustrara sobre la historia de las letras salvadoreñas desde su autorizada pespectiva, y que nos diera su punto de vista sobre el rol de los escritores en el conflicto armado de El Salvador, que en esos días estaba en pleno apogeo.
En esa coyuntura, aproveché para invitar a Manlio a dar una presentación en mi territorio ubicado en el Norte de la Bahía de San Francisco, más exactamente en el salón de eventos especiales de la iglesia Comunitaria Congregacional de la ciudad de Tiburón, California, en donde nos ofreció un recital con sus últimos poemas en esos días inéditos.
Pero antes de la presentación, lo invitamos a nuestra casa en San Rafael, para que se diera él un recital con una cena preparada por mi mujer, que cocina como los ángeles.
Después de degustar el banquete, al poeta no le quedó más que exclamar: de esta comida solo voy a disfrutar un día en la vida☺
Aquí un collage del paso de Manlio Argueta por San Francisco en 1988
No hay comentarios.:
Publicar un comentario