No. La ideología, entendida como una serie de reflejos de la realidad generalmente erróneos o equivocados de esa realidad, necesarios para la subsistencia misma del hombre en colectividad social, ha existido desde el momento mismo que los indivíduos se dan cuenta de su debilidad frente a fuerzas de la naturaleza, y deciden unirse para combatirla, controlarla y dominarla. Así percibida, la ideología ha existido y seguirá existiendo hasta el fin del hombre en sociedad.
Desde sus albores históricos emerge la utilización del cerebro para sobrevivir, surge el advenimiento de las ideas y el asentamiento de un status quo, con ello la necesidad de justificarlo, desarrollarlo y perfeccionarlo, es decir, la necesidad de una combinación de factores ideológicos para consolidarlo.
La evolución de la sociedad y la adopción de la familia monogámica para garantizar un orden, trae a su vez como resultado la división natural del trabajo, dicho en palabras simples: la mujer se queda en casa cuidando a la cría y encargándose de tareas domésticas, mientras el hombre sale en busca de la comida a través de la caza y la pezca.
Llegar a este contexto histórico, requirió de siglos, de nuevos inventos y de procesos mentales individuales y colectivos que fueran justificando cada paso al siguiente nivel de progreso. Fue naciendo un grupo que dominó el conglomerado, el cual a su vez ejerció hegemonía sobre los dominados, hubo necesidad de crear normas (el derecho), y un instrumento de legitimación con la fuerza capaz de crearlas y aplicarlas (estado policía.)
Todo esto requirió de otros ingredientes para solidificarse: normas morales, convencionalismos sociales, arte, religión, costumbres, tradiciones, leyendas, etc. A todos estos elementos juntos que, ya sea en un tiempo o en un espacio concreto tienen vigencia en una sociedad determinada, se le denomina Ideología.
Esta ideología, ya lo he dicho, varía en tiempo, por ejemplo la ideología de los romanos de hace veinte siglos es totalmente diferenta a la actual; o varía en espacio, por ejemplo en pleno siglo XXI, la ideología del pueblo egipcio es totalmente distinta a la ideología del pueblo estadounidense.
El desarrollo ideológico requirió la presencia de ideólogos, hombres y mujeres inteligentes (artistas, filósofos, músicos, religiosos, etc.), que, como parte del contexto social determinado, se encargarían de darle forma, para garantizar su existencia, y más o menos suavizar el dolor de los grupos que necesariamente iban a terminar siendo oprimidos en tal ordenamiento social.
Así, por ejemplo, en la sociedad esclavista de la antigua Grecia, imperaba la ideología de la clase de los dueños de los esclavos, de los esclavistas. Esta ideología defendía abiertamente la desigualdad entre los hombres, consideraba la esclavitud como un fenómeno natural, congruente con la naturaleza de los hombres.
Aristóteles, filósofo e ideólogo, de la época escribió: “unos hombres son por naturaleza libres y otros esclavos, y estos son esclavos de un modo útil y justo”. Tanto Aristóteles como Platón eran ideólogos de la clase esclavista dominante, a la cual pertenecían, y por lo tanto veían la esclavitud con los ojos de los esclavistas y partiendo de sus intereses de clase.
En cada etapa de la historia ha habido y habrá una ideología como parte esencial de subsistencia. Negar este simple concepto es negar a la sociedad misma, es negar la existencia del arte, de la ciencia y de la filosofía y de la religión.
Particularmente es dejar sin justificación este último elemento (la religión), que es el ingrediente ideológico fundamental de la clase dominante para mantener atontada a la clase dominada, ya que, como dijo Marx, la religión es el sollozo de la criatura oprimida, es el significado real de un mundo sin corazón, es el opio del pueblo, es la ilusoria esperanza de pueblo que al no ser feliz en esta tierra, lo obligan a creer en una felicidad que disfrutará hasta después que la haya dejado.
Particularmente es dejar sin justificación este último elemento (la religión), que es el ingrediente ideológico fundamental de la clase dominante para mantener atontada a la clase dominada, ya que, como dijo Marx, la religión es el sollozo de la criatura oprimida, es el significado real de un mundo sin corazón, es el opio del pueblo, es la ilusoria esperanza de pueblo que al no ser feliz en esta tierra, lo obligan a creer en una felicidad que disfrutará hasta después que la haya dejado.
Eso es una falsa percepción de la realidad, eso es ideología, va a existir mientras exista el hombre en sociedad.
1 comentario:
Respuesta a tu comentario en mi blog y a este artículo:
El aprecio y el respeto es mutuo, Fredy. Gracias por venir a "ponerme quieto". Quiero empezar subrayando lo que dije en mi discurso:
"...Debo aclarar que cuando me refiero a ideologías, me estoy refiriendo exclusivamente a aquellos conjuntos sistemáticos de opiniones sobre el ser humano y sobre la sociedad, que –elevados a la categoría de verdad absoluta– sirven de columna vertebral y como principios rectores del ejercicio de la política, desde la revolución francesa hasta 1991. Es decir, me refiero por ideologías a: el liberalismo, el comunismo, el nazismo, el socialismo, el nacionalismo, el marxismo, el fascismo, etc…
"No estoy entendiendo entonces “ideología” como a veces usamos la palabra, en sentido vago e impreciso, como “forma de pensar”, “filosofía”, etc… Cuando digo ideología, digo ideología política...."
Si digo entonces que las ideologías están muertas, puede venir un hipotético lector y exponerme magistralmente un resumen compendioso de las doctrinas de Von Hayeck, Ludwig Von Mises, ambientado histórica y doctrinalmente con la obra de Adam Smith.... ¿Y qué? Con eso no me demuestra que el liberalismo, como ideología sigue vigente como factor efectivo del poder.
Pongamos otro ejemplo hipotético:
Si digo entonces que las ideologías están muertas, puede venir un hipotético lector y exponerme magistralmente un resumen compendioso del libro Mein Kampf, ambientado histórica y doctrinalmente con la obra de Hebert Spencer y Nietzche.... ¿Y qué? Con eso no me demuestra que el nazismo, como ideología, sigue vigente como factor efectivo del poder.
Es como que si a la afirmación: "El Egipto antiguo está muerto" me respondieran con una procesión cargando el cuerpo embalsamado de Tutankamón. No salimos de nada.
Que hayan personas, a estas alturas, que crean en los poderes preventivos de la vitamina C (muchos amigos míos entre ellos), no es argumento para probar que no malgasto mi dinero comprando tabletas de Vitamina C (ver aqui y aqui).
Me has hecho aquí una bastante completa profesión de fe en una de las ideologías del panteón al que me refiero. Me has detalladobuena parte de la anatomía de la ideología marxista, y de lo que ella pontifica sobre la sociedad, el ser humano y la historia... ¿Y entonces? Lo que procede más bien es salirse de esa rueda de caballitos mental en el que las ideologías nos meten (cualquiera de ellas, la marxista en este caso) y ver el tíovivo con una perspectiva exterior haciéndose las preguntas siguientes ¿Cuáles son sus principios fundamentales? ¿De dónde salen? ¿En qué se fundamentan y cómo están probados? ¿Qué libros hablan de eso? ¿Son pruebas suficientes? ¿Existen esas pruebas racionales? Hoy por hoy ¿dónde se aplican esos principios en su pureza primigenia para el ejercicio del poder político? Cuando se han aplicado en la historia real, ¿qué ha pasado de verdad?
Ésa es la autopsia racional que hay que aplicar sistemáticamente, y sin hacerle ascos, a esos cuerpos insepultos (De nuevo: me refiero al marxismo, al nazismo, al liberalismo, etc.. a todos por igual).
Un debate abierto más, Fredy.
Saludos
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