Me llamó poderosamente la atención este bonito artículo del diario virtual La Página de El Salvador: http://www.lapagina.com.sv/cultura/59636/2011/12/09/%C3%81frica-nuestra-%E2%80%9Ctercera-raiz%E2%80%9D, ya que yo siempre he sostenido que los latinoamericanos tenemos una fuerte conexión física y cultural con el continente africano.
En lo personal, y particularmente en mi vida adulta, me he sentido muy orgulloso de mis fuertes rasgos físicos mulatos, lo cual alimenta mi interés en todo lo que eche luz sobre las tesis de nuestra ascendencia africana. Sin embargo, muy a mi pesar, aunque reconozco el mérito de los investigadores entrevistados en el artículo, no pude encontrar en él nada más que especulación. La verdad que nunca explicaron de forma clara la conexión entre lo africano, cultural o biológicamente hablando, y lo salvadoreño.
He leído varias veces esta entrevista con estos expertos y nunca logré establecer la relación entre nuestro país y alguna región de Africa, basándose en cuentos de Salarrué, danzas de Usulután y fragmentos de alegadas peticiones de grupos étnicos mestizos, a autoridades salvadoreñas en el pasado.
Yo me alegré cuando leí el tema porque siempre he considerado que tenemos mucho de la cultura africana (especialmente del norte de Africa), no sólo los salvadoreños sino todos los habitantes a lo largo del continente latinoamericano, pero los entrevistados se limitan a dar una serie de opiniones superficiales, insustanciadas y sin ninguna base científica.
No estoy queriendo desacreditar ni hacer menos a los jóvenes estudiosos que tocan un tema tan interesante y, para mí, también apasionante, pero creo que les hace falta más estudio, leer más documentos en El Salvador, Guatemala, México y España; y especialmente les hace falta viajar más lejos que a Usulután, viajar al norte de Africa y al sur de España, y a islas del Caribe, para llegar a conclusiones más convincentes.
Tienen madera científica y están jóvenes. Estoy seguro que van a llegar muy lejos en sus investigaciones, aunque, dada la magnitud del tema, cuando alcancen las necesitadas conclusiones, yo ya no estaré para darles mis opinión con mis agradecimientos☼
En lo personal, y particularmente en mi vida adulta, me he sentido muy orgulloso de mis fuertes rasgos físicos mulatos, lo cual alimenta mi interés en todo lo que eche luz sobre las tesis de nuestra ascendencia africana. Sin embargo, muy a mi pesar, aunque reconozco el mérito de los investigadores entrevistados en el artículo, no pude encontrar en él nada más que especulación. La verdad que nunca explicaron de forma clara la conexión entre lo africano, cultural o biológicamente hablando, y lo salvadoreño.
He leído varias veces esta entrevista con estos expertos y nunca logré establecer la relación entre nuestro país y alguna región de Africa, basándose en cuentos de Salarrué, danzas de Usulután y fragmentos de alegadas peticiones de grupos étnicos mestizos, a autoridades salvadoreñas en el pasado.
Yo me alegré cuando leí el tema porque siempre he considerado que tenemos mucho de la cultura africana (especialmente del norte de Africa), no sólo los salvadoreños sino todos los habitantes a lo largo del continente latinoamericano, pero los entrevistados se limitan a dar una serie de opiniones superficiales, insustanciadas y sin ninguna base científica.
No estoy queriendo desacreditar ni hacer menos a los jóvenes estudiosos que tocan un tema tan interesante y, para mí, también apasionante, pero creo que les hace falta más estudio, leer más documentos en El Salvador, Guatemala, México y España; y especialmente les hace falta viajar más lejos que a Usulután, viajar al norte de Africa y al sur de España, y a islas del Caribe, para llegar a conclusiones más convincentes.
Tienen madera científica y están jóvenes. Estoy seguro que van a llegar muy lejos en sus investigaciones, aunque, dada la magnitud del tema, cuando alcancen las necesitadas conclusiones, yo ya no estaré para darles mis opinión con mis agradecimientos☼
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