viernes, diciembre 09, 2011

ADIOS TINGUITO


Es triste ya no verte, Tingo,
pululando por la casa,
o devaneándote en el patio en señal de cariño
cuando nos veías en tu territorio.

La vieja Nancy, que te apodó Mr Personality,
ya se fue del vecindario,
y el viejo Manny, que te decía Snow Ball
(por lo blanquito, blanquito que eras),
también se fue del vecindario.

Y yo voy a extrañar tu miradita
diciéndome tengo hambre,
y tu motor encendido cuando saboreabas comida aguadita,
y tu nerviosismo cuando me ponía a silbar...
Ya no digamos tus lloriqueos
cuando llegaban pájaros
a chingarte la paciencia con sus trinos.
Ya no vamos a jugar escondelero,
ya no, not any more...

No sé que te pasó hace cinco días
que dejaste de venir a casa,
hasta que apareciste ayer tarde con síntomas mortuorios...
Quizá un vecino malpechoso,
un verdaero maldito hijueputa,
te envenenó
Y regresaste a casa a morir con tu familia
(porque pujabas bien feo cuando te llevaba al hospital.)
Y luego tu cariño en los últimos minutos de tu vida
tu ronroneo cuando te rascaba la carita
diciéndome adiós mi viejo gracias por la comida aguadita...

Después que te me traen muertecito...
Ya no te voy a ver aquí en el mundo,
pero para nada significa que ya no te vaya a ver
gatito lindo...

Uno no sabe lo que espera en el más allá
donde son otras leyes las que rigen
donde son otros soles los que alumbran
donde son otras almas las que aman...

Ahora ya me queda poca vida para recordarte,
pero te prometo que la comida aguadita que dejaste
la voy a conservar, y así cuando yo parta
tendré algo más que amor para llevarte...

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