


La prominencia de Osaka como ciudad mercante data de la construcción de su famoso castillo, por Toyotomi Hideyoshi en 1586. Este poderoso emperador también instó a otros mercaderes del país a asentarse en Osaka. La extravagante vida nocturna y culinaria hacen famosa a esta ciudad.
En Japón hay un proverbio: "Kyoto kidaore; Osaka Kuidaore", lo que se puede traducir algo así como: "los Kiotanos van a la quiebra por comprar kimonos; los Osakanos, por comer."
Nosotros amamos Osaka, porque allí vive nuestro hijo Guillermo adorado.
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