miércoles, noviembre 22, 2006

EL SALVADOR, GUAZAPA

Mi vieja se divierte con el arte desplegado por los niños de la comunidad Guillermo Ungo. Al fondo, mi hermano Guillermo y don Fito, líder de la ciudadela.

Con miembros de la comunidad, departiendo después de una tremenda pupuseada que de solo acordarme me dan ganas de regresar.

Una recepción increíble: niños bailando ritmos típicos guanacos. El irreverente canino, protege a sus amitos de "cualquier extraño".

Con gran alegría pongo en manos de don Fito el cheque que llevará pan a la mesa de cuatro profesores populares de Guazapa☼.

Mi corazón y mi alma están en mi país. Yo tuve que salir de El Salvador porque siempre creí que merecía un cambio de rumbo y me metí en camisa de once varas. Tuve que huir para salvar el pellejo.

Cuando terminó la guerra en 1992, inicié un proyecto en Estados Unidos, que dura hasta este día, el Proyecto Montañas Hermanas, mediante el cual, con la ayuda de un grupo de gringos con el corazón en su lugar, todos los años recaudamos cinco mil dólares para pagar salarios de profesores de extracción popular quienes forjan las vidas de los ninños de la pequeña Comunidad "Guillermo Ungo" en el Sur del cerro de Guazapa, sitio heróico en la época de la guerra, conocido como "Un Dardo en el Corazón del Enemigo".

En octubre me fui para Guazapa a entregar la cuota de este año. Compartir con los demás es el camino a todas las felicidades☼

1 comentario:

Rio de los Guaces dijo...

Compa Alfredo me parece muy importante lo que usted hace, yo estube por alla en el 2010 y tambien quede con las ganas de ayudar a la gente de la ciudadela ya que ellos su mayoria debe caminar varios metros para hacer sus tortillas y ademas pagar por ello,mi intencion era o es aun en ayudarlos en conseguir una maquina para que puedan hacer sus tortillas de manera mas barata sino gratis y mas cerca de sus casas alla tengo una amiga con la cual queria hacer esta hermoza idea pero aun no he podido hacer nada que opina usted saludos ruben de chile