NADA MAS AMARGO

Todo va bien, los preparativos viento en popa, los contactos ya se han hecho y el amigo que voy a ver está tambén muy emocionado.

Por un año entero no nos hemos saludado nada más que por teléfono.

Llegamos casi perfectamente sincronizados, mi mujer y mi hermano me acompañan pues es un amigo de familia y desde luego que la alegría de ver a nuestro amigo Filadelfo se multiplica por tres.

Vamos en el carro oyendo música: Luis Miguel, Ringo, y Maná nos deleitan el viaje en la cinta de asfalto. Esta vez voy determinado a exigirle que se cambie de nombre porque ya no quiero decirle Filadelfo.

Pues que el tal Filadelfo llega con su hermano en su carro negro, y somos un manojo de alegría cuando nos vemos en el centro del pueblo, se nos ocurre ir a comer una deliciosa carne asada y dicho y hecho, yo ando con una sequía de padre y señor mío, dejo el carro y me aseguro que quede seguro y me aseguran que esté seguro porque allí los carros quedaban seguros.

En el restaurante me quiebro un doble de fresco de tamarindo, el hermano de Fila lo visita de Bélgica y yo, que soy tan inclinado a hablar de lugares en donde he estado, me lleno de entusiasmo y digo a hablar de Liege, tal como lo recuerdo en mi paso a Luxemburgo, camino a Koblenz, Alemania.

Cristian me cuenta de lugares bonitos que hubiéramos visitado si tan solo le hubiéramos dicho que llegaríamos, pero que la próxima pasaríamos pr su casa y que gracias pr su amabilidad, y siguió la parlada.

Caminamos por el pueblo y hablamos de las familias, el Alianza y su determinación de no ganar en este torneo, y lo mucho que han evolucionado nuestras panzas en los últimos 365 días (solo que el Fila, con ese su cuerpecito flaco y atlético, más bien se burla del resto de nosotros), luego de una compras de souvenirs y un paso por una pastelería para echarnos un exquisito postre, nos despedimos y cada quien para su casa, asegurándonos que nos encontraríamos de nuevo en días (esta vez no dejaríamos pasar un año).

Al llegar al carro nos percatamos que nos habían robado el radio...