sábado, abril 04, 2009

EL REY EN EL SALVADOR: DON CHENTE FOREVER!

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Siempre es el mismo. El charro más charro de todo el territorio mexicano. Basta con escucharlo para sentir como la sangre recorre el cuerpo. Don Vicente Fernández volvió a demostrar, por qué es el máximo representante de la música ranchera.

Ayer, sus fieles admiradores salvadoreños se congregaron en el Estadio Mágico González para recordar, reír y cantar junto al intérprete.

El rey de la música ranchera fue recibido en medio de aplausos y la emoción de sus seguidores, que desde tempranas horas esperaban su arribo.

Norman Andrés, uno de los dos teloneros, arrancó la noche de nostalgia y romanticismo a las 8:30. La luna brillaba en el firmamento, mientras la temperatura descendía poco a poco.

El cantante local ingresó cantando "Mi credo" y sumó a su repertorio "Te vas arrepentir".

Luego de su show, hizo su aparición la Sensual Elizabeth, quien ofreció a un público indiferente temas como el que popularizó el grupo mexicano Pandora, "Cómo te va mi amor", y que ha retomado el grupo Horóscopos de Durango. Asimismo, entonó "Qué vengan los bomberos" y "De que manera te olvido".

El ídolo del género vernáculo atrajo a varias de las personalidades de la política nacional. Entre el respetable, figuraban el alcalde electo por San Salvador, Norman Quijano; la alcaldesa de Antiguo Cuscatlán, Milagro Navas; el jefe edilicio de San Miguel, Will Salgado; el ex candidato a presidente por el PDC, Carlos Rivas Zamora; y el ex diputado del desaparecido partido PAN, Horacio Ríos.

Con un aura de ídolo, Fernández dejó escuchar toda la potencia de su voz ante una oleada de fanáticos, a las 9: 26 de la noche, enfundado en un traje de charro color vino y acompañado de 15 mariachis.

"Espero una noche inolvidable, nada más", expresó María de López, de 35 años.

Mientras Gabriela Orellana, de 20 años, esperaba que el charro la deleitara con esas canciones "viejitas" que tan popular lo han vuelto. "Ojalá cante un poquito de todo (...) y se acerque al público", agregó.

Luis Paloma, de 22, llegó con el deseo de escuchar el mejor concierto de Chente, "porque El Salvador se lo merece".

Entre el público fue notoria la predominancia de la juventud y los adultos contemporáneos. Como era de esperarse, el Rey los dejó más que satisfechos.

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