Nicolás Maduro, autodefinido como “hijo” del fallecido mandatario Hugo Chávez, ganó ayer las elecciones presidenciales de Venezuela para el mandato 2013-2019 por una estrecha ventaja de poco más de un punto porcentual ante su rival Henrique Capriles, informó el Consejo Nacional Electoral (CNE).
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, dijo que Maduro ganó con el 50.66 % de los votos, contra el 49.07 % del opositor Capriles, con una diferencia de 200,000 votos.
Lucena habló de una “jornada pacífica” de votación, en la que se registró una participación del 78.71 %.
“El CNE cuando da un resultado electoral es porque son resultados irreversibles”, dijo.
“Queremos decirle también a los candidatos, a las organizaciones políticas, a los comandos que ahora es el momento de ir a sus casas a invitarles a sus seguidores y a sus seguidoras la tranquilidad y transmitirle la tranquilidad que el pueblo todo se merece”, añadió.
Casi de inmediato, Maduro habló desde el Palacio de Miraflores para recordarle a su rival que él había asegurado que si perdía por un voto “entregaría” este lunes la presidencia.
Maduro, de 50 años, se autoproclamó “hijo” de Chávez, comprometido con la continuación del proyecto del hombre que gobernó Venezuela en los últimos tres lustros.
Maduro atizó durante la campaña la confrontación y derramó lágrimas, algo que para algunos críticos era una manera de imitar a Chávez.
En su discurso, aseguró que habían derrotado a los intentos de desestabilización desde el exterior. Aseguró que este lunes darían detalles de la detención de colombianos con un sofisticado equipo de comunicación para sabotear las elecciones.
En la última semana, aseguró que en El Salvador se había fraguado un plan para asesinarlo y boicotear el proceso electoral.
Mencionó al diputado de ARENA Roberto d'Aubuisson, quien rechazó las acusaciones y viajó sorpresivamente a Venezuela para “limpiar su nombre”.
Capriles advirtió, horas antes, sobre algunos rumores que circulaban acerca de los resultados y aseguró a través de la red social Twitter que hay una “intención de querer cambiar la voluntad expresada por el pueblo”.
Por su parte, el coordinador político estratégico del equipo opositor, Ramón Guillermo Aveledo, apuntó que tenían “por distintos medios” informes y complementó que saben “exactamente lo que ha ocurrido y ellos (el oficialismo) también lo saben”.
En frente, el jefe de campaña del chavismo, Jorge Rodríguez, llamó a los venezolanos a defender “en paz, pero en la calle” la revolución y los invitó al palacio de Gobierno para acompañar a Maduro, presidente encargado del país.
El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, también recurrió a la red social Twitter para asegurar que el pueblo no le falló a Chávez.
“Padre, hermano, comandante eterno aquí desde tu Cuartel de la Montaña, padre, para decirte desde nuestro corazón que tu pueblo no te falló”, afirmó.
Casi 19 millones de venezolanos estaban llamados a las urnas para elegir un presidente que culmine en 2019 el mandato que Chávez comenzó el pasado 10 de enero.
De origen humilde, en solo dos décadas Maduro pasó de recorrer las calles de la capital venezolana como chofer de autobús a escalar posiciones políticas hasta convertirse en uno de los más cercanos colaboradores de Chávez.
En su última aparición pública, el fallecido gobernante lo ungió como su sucesor.
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