Samaniego
Resulta que yo tenía planes de visitar Petra aprovechando su cercanía con Egipto, pero se me ocurrió la brillante idea de preguntar en el Consulado de Jordania en San Pancho y se me doró la píldora, porque los salvadoreños necesitamos visa para entrar al milenario país, y ya no tengo tiempo para ir a solicitarla. Esto en verdad es una buena noticia, elaboro:
Admito que ir a Petra era una gran idea, pero implicaba sacrificar una visita al Valle de los Reyes en Egipto, que vale un millón de veces más la pena que ir a visitar la construcción enclavada en la roca, aunque lamento profundamente no verla; pero visitar la tumba de Tutancamon es muchísimo más importante por el tremendo valor histórico-universal que tiene el maravilloso sitio donde reposa el Rey joven.
Sin contar que esta visita implica pasar pagando mis respetos a las ciudades de Luxor y Karnak, cuyo símbolo mundial es incuestionable, además me quedará más tiempo para caminar por El Cairo, una ventaja que no necesita ni comentario.
En realidad Egipto es un país al que hay que darle un cien por ciento de atención, en él convergen lo antiguo y lo moderno en una dualidad que merece ser asimilada por cada poro, especialmente si considero que por este lado del mundo ya no voy a regresar por el resto de mis días.
Cierto, mejor hacer una cosa maximamente bien, y no un montón de cosas mal hechas.
2 comentarios:
Me das una sana y fraternal envidia!!! Que disfrutes hasta lo máximo!!!
Sana y fraternal envididia es exactamente lo que también yo siento por tus blogs JC.
Gracias por pasar por mi changarro de vez en cuando brother, y también por tus generosos comentarios.
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