viernes, julio 25, 2008

EN LA RECTA FINAL HACIA EL MISTERIO

La próxima es la última semana de la escuela de verano y otros planes se van poniendo en perspectiva. Qué bueno es tener siempre algo pendiente, no dejar pasar tiempo sin hacer algo provechoso, eso da color, entusiasmo y ritmo a la vida.

El próximo fin de semana me voy para Egipto, ya está todo listo, contrario a lo que nos  pasó el año pasado con los requisitos para entrar a Australia, esta vez, mi mujer y yo,  más tardamos en entrar que en salir con visa del Consulado General del histórico país.

La idea de estar frente a las portentosas pirámides produce un efecto sobrecogedor en mi espíritu, una emoción que ya empezó a tomar forma a días de que ocurra el hecho real (dicen que aunque ya sepas que son colosales, aunque ya las hayas visto en fotos y películas, siempre te hace exclamar "¡Dios mío, son más grandes de lo que yo pensaba..!" cuando las tienes enfrente). 

Luego, la significación de esos monumentos para la humanidad, el misterio que han encerrado desde su construción hasta nuestros días, la multitud de preguntas y las escasas respuestas, la apoteosis, el asombro, todo...

Una mezcla de curiosidad, intriga, miedo, atracción, duda y ansiedad hierve en todos mis sistemas. Otro tanto pasa con mi mujer quien, de tanto oírme hablar de las pirámides y verme obsesivamente investigando sobre ellas, además de su propio iterés que ha tenido desde siempre, también ha desarrollado fascinación por los maravillosos monumentos.

Si el tiempo y otras condiciones lo permiten, tenemos planes de visitar la ciudad de Petra en Jordania, que también guarda otro misterio: un edificio que parece iglesia, excarbado en la roca cual si un cuchillo hubiera entrado en un pedazo de queso. Esta construcción también ha asombrado y confundido al mundo a través de los siglos, nadie ha podido encontrar respuesta a las interrogantes de quién, cómo, cuándo, por qué y para qué fue eregido el monumento. Nadie sabe ni sospecha nada sobre como apareció allí, solo tesis, teorías, suposiciones, especulaciones y nada concreto. Quizás nunca se sabrá nada hasta el fin de los siglos...

¡Dios, qué pequeños somos...!

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