A pesar que en estos días toda mi mente y espíritu ya están en Egipto, anoche revisando los documentos de antemano preparados para el funcionamiento adecuado de todo lo planeado, me doy cuenta de un pequeño error de percepción que puede causarme una incomodidad, no de grandes proporciones, pero al fin incomodidad.
Nos pasó en Edimburgo, Escocia, en el 2004. Llegamos a la ciudad entrada la noche, yo iba medio cansado porque había manejado todo el día desde York en Inglaterra. La idea era ir a caer a un hotel donde hubiera espacio y que fuera baratieri, porque viajamos siempre "on budget", o sea gastando al mínimo.
Al entrar y preguntar por habitación en el primer hotel que estaba al paso, la empleada me espetó con una cara seria muy al estilo británico: "Si Ud. quería tener hotel en Edimburgo en agosto, hubiera hecho la reservación en febrero", y siguió haciendo lo que estaba haciendo sin molestarse siquiera en decirme adiós.
Yo ignoraba por completo que en agosto los escoceses realizan sus celebraciones nacionales y lo hacen con toda la solemnidad, rimbombo y espectacularidad típica de una tradición milenaria; de toda Europa vienen turistas a presenciar los eventos que envuelven conciertos y desfiles de "bagpipers" o gaiteros que lucen sus pieles de oso y faldas de gala del color rojo de la bella ciudad británica.
Esa noche tuvimos que dormir en un hotel de súper lujo, pero en el estacionamiento.
Desde entonces, cuando viajo hago mis reservaciones de hotel con tiempo. Aunque lo impredecible y la aventura es parte de la emoción de viajar, ya no estoy ni en edad ni en disposición de andar tomando riesgos
Es el caso que hace unas cuantas semanas, muy diligentemente, reservé habitación en un hotel de El Cairo. Como de acuerdo a itinerario, mi mujer y yo vamos a llegar el 4 de agosto, pues reservé desde esa fecha.
El gran huevo es que yo voy a llegar de Londres, en un vuelo de British Airways a las 12:25 de la madrugada y mi reservación en el hotel está para chequear entrada el 4 de agosto pero al medio día, en otras palabras, no tengo a dónde ir a dormir esa madrugada.
Intenté encontrar alojamiento en el mismo hotel pero ya no tienen espacio, he tocado otras puertas, pero neles.
Bueno hoy ya estuvo: al aeropuerto, a un parque, a una cuneta o aunque sea al sarcófago de la pirámide de Keops me "vuir" a dormir, pero que me voy, me voy!