ESCUDO DE ARMAS Las armas del apellido Campos en España, según detalla Fernando González-Doria, son: Escudo mantelado: primero y segundo de oro, con dos crecientes de azur afrontados, y la manteladura de gules, con el león rampante de oro. Estas armas se encuentran relacionadas en el "Diccionario heráldico y nobiliario de los reinos de España", en la página 480.
Apellido castellano, oriundo de Tierra de Campos, en las provincias de Valladolid, León y Palencia. Se trata de un linaje sumamente extendido por Castilla la Vieja, aunque con ramificaciones en las distintas partes de la península. Desde muy antiguo hubo casas y ramas de Campos en Vizcaya y Guipúzcoa. Una dimanó del solar de Campos, en la Merindad de Trasmiera (Santander), en el lugar de Hoz de Ribamontán al Monte, donde tenían su antigua torre ya desaparecida, caída en 1519 y cuyos propietarios habían pasado a vivir a Entrambasaguas. De esta casa descendía el que fue Gobernador Militar de Santander, General Don José de Campos Cuereta y su hermano Don Casto, también Gobernador Militar de la ciudad. Los Cuereta procedían de Astillero.
Y de esta rama fue el infanzón Alonso de Campos, que en 1238 pasó, con otros caballeros vizcaínos, a servir a don Jaime I de Aragón en la conquista de Valencia. Lo cita Mosén Jaime Febrer en una de sus trovas. De otro solar muy antiguo del apellido Campos, sito en la Merindad de Bureba (antiguas Montañas de Burgos), se derivó la casa del mismo apellido radicada en la villa de Segura, del partido judicial de Azpéitia (Guipúzcoa), y otra establecida en la villa de Idiazábal, del partido de Tolosa, también en Guipúzcoa. En la villa de Elciego (Álava) moró otra familia Campos, de la que descendió Lino de Campos y Menditivar, nacido en San Juan de Luz y Caballero de Carlos III, en 1835. Repetidas veces tiene probada su nobleza. Sobre todo en la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid.
Lo encontramos en el año 1772 en la Orden de San Juan de Jerusalén, en las personas de don Manuel y don Juan Campos de Orellana. La reina doña Isabel II concedió el 30 de junio de 1868, el título de Marqués de Loja a don Fernando Francisco de Campos y Fernández de Córdoba, hijastro del primer dignatario. Años más tarde, el rey don Alfonso XII concedió el título de Conde Campos de Orellana a don Pedro Nicomedes Campos de Orellana y Calvo, y este mismo monarca otorgó, en 19 de junio de 1884, el título de Marqués de Iznate a don Antonio Campos Barín.
Aunque en Galicia abundan más los OCAMPO y sobre todo los DOCAMPO (V. DOCAMPO), hubo familias que conservaron más bien el apellido CAMPO y CAMPOS. Tales apellidos aparecen en numerosos puntos de España, sin que sea posible señalar el lugar común de donde todos proceden. A juzgar por la heráldica empleada por los de Galicia, debieron tener el mismo solar que los establecidos en Sequeros y en Ledesma (provincia de Salamanca), HERNÁNDEZ DEL CAMPO y FERNÁNDEZ DEL CAMPO, ya que los blasones usados por unos y por otros son idénticos.
Aparecen pleiteando por su hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid los de tierra de Valdeorras, en 1816.
Los de Sta. María de Mántaras (municipio de Irijoa, en el partido coruñés de Betanzos) dejaron larga descendencia en Popayán (Colombia); así como los Sta. María de Figueira establecieron en Guayaquil (Ecuador).
Y de esta rama fue el infanzón Alonso de Campos, que en 1238 pasó, con otros caballeros vizcaínos, a servir a don Jaime I de Aragón en la conquista de Valencia. Lo cita Mosén Jaime Febrer en una de sus trovas. De otro solar muy antiguo del apellido Campos, sito en la Merindad de Bureba (antiguas Montañas de Burgos), se derivó la casa del mismo apellido radicada en la villa de Segura, del partido judicial de Azpéitia (Guipúzcoa), y otra establecida en la villa de Idiazábal, del partido de Tolosa, también en Guipúzcoa. En la villa de Elciego (Álava) moró otra familia Campos, de la que descendió Lino de Campos y Menditivar, nacido en San Juan de Luz y Caballero de Carlos III, en 1835. Repetidas veces tiene probada su nobleza. Sobre todo en la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid.
Lo encontramos en el año 1772 en la Orden de San Juan de Jerusalén, en las personas de don Manuel y don Juan Campos de Orellana. La reina doña Isabel II concedió el 30 de junio de 1868, el título de Marqués de Loja a don Fernando Francisco de Campos y Fernández de Córdoba, hijastro del primer dignatario. Años más tarde, el rey don Alfonso XII concedió el título de Conde Campos de Orellana a don Pedro Nicomedes Campos de Orellana y Calvo, y este mismo monarca otorgó, en 19 de junio de 1884, el título de Marqués de Iznate a don Antonio Campos Barín.
Aunque en Galicia abundan más los OCAMPO y sobre todo los DOCAMPO (V. DOCAMPO), hubo familias que conservaron más bien el apellido CAMPO y CAMPOS. Tales apellidos aparecen en numerosos puntos de España, sin que sea posible señalar el lugar común de donde todos proceden. A juzgar por la heráldica empleada por los de Galicia, debieron tener el mismo solar que los establecidos en Sequeros y en Ledesma (provincia de Salamanca), HERNÁNDEZ DEL CAMPO y FERNÁNDEZ DEL CAMPO, ya que los blasones usados por unos y por otros son idénticos.
Aparecen pleiteando por su hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid los de tierra de Valdeorras, en 1816.
Los de Sta. María de Mántaras (municipio de Irijoa, en el partido coruñés de Betanzos) dejaron larga descendencia en Popayán (Colombia); así como los Sta. María de Figueira establecieron en Guayaquil (Ecuador).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario