martes, febrero 10, 2009

ANGELES EN EL CAMINO: UN TAXISTA

No son familia porque no compartimos lazos de sangre, no son amigos, porque no aprobaron la prueba del tiempo, son seres humanos que aparecieron en mi vida, me hicieron un bien extraordinario y desaparecieron sin dejar huella...Si ellos no hubieran estado allí, yo no estaría aquí... son ANGELES EN EL CAMINO.

Uno a uno iré contando las historia.

SAN SALVADOR, DICIEMBRE DE 1972

Miércoles 6 de diciembre de 1972, más o menos a las cinco y media de la tarde nos encontramos con el Chato (QEPD) en la tienda Paty de la Urbanización Bello Horizonte, frente a la colonia Las Colinas de Mejicanos. Me invita a echarnos las Regias y yo acepto. Ya picados nos vamos para la Praviana, el lugar más escabroso de San Salvador en aquellos días. En el sector el bar El Faro, un chupadero de mala muerte que se localizaba en la esquina opuesta a la Lotería Nacional, era el antro dominante, allí los, matarifes, los ladrones, y los homosexuales de más baja calaña eran los reyes después de las diez de la noche.

Al principio no me gustó mucho el lupanar, la bulla de combos con músicos de micrófonos a volumen ensordecedor, los gritos de la mara y el ambiente humeante y pesado del bajo mundo me incomodó sobremanera, pero después de cinco cervezas más entre pecho y espalda, no podía haber lugar más perfecto para la francachela y la jodarria.

A eso de las doce de la noche, quizás la una de la madrugada, cuando ya yo estaba más borracho que un cuero de cosaco, algo le hice o dije a un homosexual que despertó la furia de su chivo quien andaba con una pacotilla de malandros que con solo verles la cara causaban espanto.

Qué se había hecho el Chato en aquellos momento, Dios lo sabrá. Tiempo más tarde me contaba que tempramo me perdió, tomó un taxi y se regresó a su casa.

El tipo me tomó de la muñeca fuertemente y espetó en mi cara una puteada, yo en un acto de autdefensa, al verme sostenido de mi brazo, con la mano que tenía libre le dejé ir un putazo en todo lo que se llama hocico que lo hizo recular una cuatro mesas y caer patas arriba frente al asombro, morbo y curiosidad de la clientela y se armó el desvergue.

Sabiéndome en absoluta desventaja puse pie en polvorosa que no me hubiera alcanzado ni el correcaminos; los compinches del bandido me siguieron, quella jauría corrió detrás de mí con un encono que aún hoy, treintay cinco años más tarde, me eriza la piel con solo pensar qué me hubiera pasado si me ponen la mano encima.

Corrí en dirección del teatro Nacional y cuando casi alcanzaba la esquina de lo que hoy es la Avenida Monseñor Romero, a la altura del teatro Nacional, un tipo desconocido me detubo en seco reducéndome con un abrazo del oso y me tiró en el asiento trasero de un taxi. En aquel momento un escalofrío recorrió mi cuerpo de norte a sur y sentí que la muerte era el siguiente paso, pero no. Fue tirándome en el asiento del carro y él subiendo exclamando: "Véngase mano, si esos hijos de puta lo agarrán de seguro lo van a matar", dio vuelta en U y me preguntó dónde vivía...

Aún tengo vivas aquellas imágenes acostado y llorando agradeciéndole a a quel hombre el haberme salvado la vida y diciéndole que en ese momento yo no tenía pisto, pero que pasara mañana a las diez u once para que le pagara la carrera. "No se preocupe por eso hombre" me repetía una y otra vez.

Nunca le vi la cara, bueno que mi grado de etilismo era tal que aunque le hubiera visto la cara, nunca lo hubiera recordado. Nunca regresó a casa para que le pagara la carrera, nunca supe quién era, pero el tiempo me dijo su esencia, aquel no era un hombre...era un angel en el camino.

6 comentarios:

JC Conde de Orgaz dijo...

Estremecedor y conmovedor. ¡Ah! la zona de la Praviana... jejeje

PD. Por cierto Fredi: nos has dejado pendiente con la continuación de tu autobiografía

ALFREDO CAMPOS dijo...

Simón, una experiencia cabrona bro!

Gracias por recordarme sobre mi autobio JC. Le voy a poner coco en estos días (antes de que se me olviden los eventos porque son un vergazal de aõs los que tengo que resumir...)

Gracias por tu visista JC

Anónimo dijo...

pooota Alfredo me has tenido leyendo como si una obra de misterio se tratase, me ha gustado mucho lo mejor que es una historia verdadera.

Igual que JC vamos estar pendiente de tu Bio.

Saludos

ALFREDO CAMPOS dijo...

Hey Wirwin, al fin entraste bro!

Sí hombre, es de esas historias que te traen flash backs y te hacen dar escalofríos cuando decís "Qué hubiera pasado si..."

Gracias por regresar Wirwin!
AC

GARROBO dijo...

Al viejito de mitata le paso de otro modo ay por el 2001.

Averga se pusoa bailar con un culo bien bonito en el chupadero y era





un Mariposo...........


Se emputa cuando le acuerdan.......

ALFREDO CAMPOS dijo...

Ah, ja, ja, ja! Por esas babosadas no hay que enojarse, después de todo siete años pasan al chilazo decile a tu papá☺☺☺☺!

Siempre gracias por tus comments Garrobo!