miércoles, octubre 17, 2012

DIOS NO QUIERE DESIGUALDAD



Diario CoLatino

El Dios de la vida, que es el Dios que Jesús anunció, odia la desigualdad, porque sabe que está basada en la ambición y el desprecio de la persona humana, expresó hoy el sacerdote católico Antonio Rodríguez.

El religioso se refirió así a la nota editorial de un matutino que, bajo el argumento de que es Dios quien dispone las desigualdades, hace un planteamiento que la justifica, lo que según Rodríguez es parte de una llamada “Teología de la Resignación”. 



“Esta teología es la que ha permitido que los grupos de derecha, conservadores hayan dominado a las mayorías, recordemos que por mucho tiempo la iglesia estuvo de la mano con el poder económico y político”, recordó.
La citada visión fue invalidada en la Iglesia católica a partir del Concilio Vaticano II y posteriormente con los documento Episcopales de Medellín y Puebla, recordó Rodríguez, por lo que posiciones que se refugian en Dios para justificar las falencias de una sociedad en la que hay ricos, cada vez más ricos, a costa de pobres, cada vez más pobres, son rechazadas por la iglesia.



Esta posición es apoyada por el sacerdote Carlos Mauricio Ramírez, quien aseguró que las desigualdades sociales no son creadas por Dios, sino que por el hombre. “Esta no es la voluntad de Dios, no es lo que Él quiere, sino que es el mismo ser humano que provoca la pobreza, la miseria”, indicó.



Rodríguez afirmó que esta fue la manera que por años se usó para mantener sometida a la gente bajo el argumento que había que soportar los sufrimientos en la tierra, porque el premio estaría en el cielo, por eso no había que protestar porque era Dios quien decidía a quien darle la pobreza y la riqueza. “Esto es perverso”, recalcó. 



“Estas son expresiones de personas que quieren mantener el sistema, su posición y su manera de actuar, pero el proyecto de Dios es que se haga justicia y que haya igualdad entre todas las personas”, expresó el obispo luterano, Medardo Gómez.



El Obispo Gómez trajo a cuenta que en países desarrollados como Noruega o Suecia, no existe la pobreza porque hay convencimiento de que todos los ciudadanos deben gozar de iguales beneficios. “Esto es posible inspirados en la Palabra de Dios que pide trabajar por la justicia, la paz y la igualdad humana”, dijo.

El Obispo luterano añadió que si alguien que se atreve a aseverar que Dios es quien permite las desigualdades para justificar un estilo de vida centrado en el egoísmo, seguramente necesita formación cristiana, pero, sobre todo, olvida que somos seres humanos iguales, que sin importar las posesiones o el estatus, morimos por igual, y en esto no hay diferencias. 



A estas posiciones, se añade que la enseñanza social de la Iglesia cristiana, sea católica o evangélica, pero inspirada en las enseñanzas de Jesucristo, plantea que los seres humanos sólo somos administradores de los bienes de la creación, no sus poseedores, y por tanto, estos deben distribuirse de manera equitativa, advirtió el sacerdote católico, Mario Romero, de Nuevo Cuscatlán, La Libertad.



“Esto es lo que nos enseña Jesús en el milagro de la multiplicación de los panes, que todos pongan sus bienes en común para que nadie pase hambre y todos coman por igual”, reflexionó.



El padre Antonio recalcó que Dios no creó, ni quiere la pobreza. Rodríguez está consciente que luchar por la igualdad social no es bien visto por quienes ostentan el poder y usan argumentos en los que incluyen al Creador para justificar sus posturas.


 
Para finalizar y recordar que no es bien aceptado trabajar por la igualdad de los seres humanos, citó al sacerdote brasileño, Helder Cámara: “Cuando alimenté a los pobres me llamaron santo; pero cuando pregunté por qué hay gente pobre me llamaron comunista”. 

Presidente Funes reacciona en contra del Editorial

“Me llamó la atención leer un editorial de un reconocido medio de comunicación para información de nuestros amigos que vienen de los Estados Unidos, un periódico conservador, pero que tiene mucha influencia en el país en la generación de opinión pública”, dijo ayer el Presidente Mauricio Funes, en referencia al mencionado editorial.



“Hago referencia al editorial porque lamentablemente esa es la forma de pensar de muchos sectores en el país. Una forma de pensar en la que nosotros no creemos”, agregó el mandatario.



“Para el editorialista del El Diario de Hoy, las desigualdades sociales y económicas son divinas, no son productos de la acción o de las decisiones que toman los hombres, sino que son parte de un orden divino y al contrario deben de seguir existiendo esas desigualdades”, prosiguió el jefe de Estado.



“Vean ustedes que razonamiento. Con esta forma de ver la realidad como gobierno nos deberíamos de quedar de brazos cruzados, Chalatenango, la zona norte del país, según este editorial, por naturaleza divina es desigual al resto del país y por lo tanto, había que haberlo dejado viviendo en el aislamiento”, recriminó el Presidente Funes.
“Bajo esa concepción se gobernó en el pasado, de que había que enfocar la acción del estado en aquellas zonas en aquellos grupos poblacionales que tenían la posibilidad divina de crecer y desarrollarse más, para que estos grupos una vez concentraran la riqueza generaran bienestar social”, criticó Funes.



“Esa concepción ya no puede seguir existiendo en nuestro país. El Estado, a través del gobierno central, interviene para corregir esas desigualdades; el Estado le da apoyo a los más vulnerables porque son los que más necesitan la intervención del Estado. Esos grupos vulnerables son los niños y las niñas; los jóvenes, 

especialmente los jóvenes que viven en zonas de alto riesgo; las mujeres particularmente las madres solteras; los adultos mayores de 70 años, que todos aquellos que dedicaron su vida a trabajar pero lo hicieron en el sector informal de la economía, no tienen derecho a una pensión; los discapacitados, las comunidades y pueblos indígenas. Esos son los grupos poblacionales que requieren la atención del gobierno”, finalizó el mandatario.
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