jueves, julio 05, 2012

CRIMINAL ARGENTINO RECIBE SU MERECIDO

Con Francisco Rafael Videla Dios tardó pero no olvidó


Dos dictadores, Rafael Videla y Reynaldo Benito Bignone, junto a nueve secuestradores de bebés, escucharon en el banquillo de los acusados lasentencia que confirma que la última dictadura argentina (1976-83) organizó un «plan sistemático» para apropiarse de los recién nacidos de mujeres que se encontraban detenidas ilegalmente en centros clandestinos.
Videla fue condenado a 50 años que, a su edad, 86 años, equivale a cadena perpetua como «autor penalmente responsable de la sustración, retención y ocultamiento» de una treintena de niños arrebatados a sus madres mientras se encontraban confinadas como «detenidas desaparecidas». Bignone tendrá que afrontar quince años y el resto de los condenados, a excepción de dos absoluciones, a penas mínimas de cinco años.
El tribunal Federal reconoció ayer -de noche en España- la «práctica sistemática y generalizada» de «sustracción y ocultanamiento de menores» a los que se les «suprimió o adulteró la identidad», en el «plan de aniquilación» que se aplicó entre 1976 y 1983».
A lo largo de este proceso, que se ha extendido por año y medio, testificaron dos centenares de personas. Todas ellas relacionadas con la apropiación de treinta y cinco menores, de los que diez se rehusaron a declarar. Los que sí alzaron su voz, fueron Macarena Gelman, nieta del poeta Juna Gelman y el diputado Juan Cabandié, del oficialistaFrente Para la Victoria (FPV). Ambos descubrieron sus verdaderos orígenes hace unos años.
Videla y el resto de los condenados, la mayoría octogenarios, negaron las acusaciones. El primer presidente de facto de las juntas militares (1976-83) acusó a las madres de los bebés -asesinadas por los militares- de utilizarlos como escudos humanos mientras participaban de la guerrilla. Sentado en una esquina del banquillo, con traje azul, camisa blanca y corbata, siguió las palabras de la magistrada que leyó el falló. A su lado, Bignone, sin corbata y con cazadora hacía lo mismo. Tampoco dijo nada Eduardo alías «el tigre» Acosta, uno de los rostros emblemáticos de la ESMA, la Escuela Mecánica de la Armada que la dictadura trasnformó en centro de exterminio.
Al finalizar la sentencia decenas de personas que se encontraba en la Sala y en el exterior del edifio de Tribunales Federales irrumpieron en un aplauso. De acuerdo a las estimaciones de lasAbuelas de Plaza de Mayo, la cifra de niños apropiados por la dictadura superaría loscuatrocientos. De estos, se han localizado y restablecido la identidad de 105.

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