domingo, abril 20, 2008

ASHLEY ALEXANDRA, LA SENSUAL

Arriesgarías la gobernatura de Nueva York Por esta chica?

Bueno, Elliot Spitzer arriesgó y la perdió...

Cuenta una fábula salvadoreña que una vez un ratoncito iba atravesando los rieles de un tren que corría ya muy cerca, y en la prisa se le quedó atorado el culo en uno de los durmientes.

Es el caso que el susodicho ratoncito se regresó corriendo a recuperar su preciado trasero y que le apachurran la cabeza las ruedas del pesado tren.


MORALEJA: NO HAY QUE PERDER LA CABEZA POR UN CULO...

A little too late Mr. Spitzer, but maybe next time around.

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