Esta madrugada anunció en la Habana su retiro definitivo de su cargo de presidente y comandante en Jefe del Ejercito de la República de Cuba, el Dr. Fidel Castro Ruz, esencia del valor, la inteligencia, el heroísmo, y la integridad del animal político.
Una vez más el amadísimo líder les gana una batalla a sus enemigos. Su actitud de dignidad al reconocer su limitación para el cargo dada su precaria salud y dando un paso al lado para que sean otros los que tomen el estandarte de conductores de los destinos políticos de la isla, ha dejado atónito al mundo que de nuevo, quiéralo o no, tiene que aceptar que Fidel ha dado una muestra más de su fuerza personal al tomar y dejar el poder justo cuando él quiso y no cuando otros quisieron.
El Comandante en jefe Fidel Castro dominó la escena política mundial desde la mitad del siglo pasado hasta el incipiente actual, cuando en el segundo lustro de los años cincuenta, junto a un puñado de hombres visionarios, valientes, soñadores e inteligentes, logró derrocar el gobierno dictatorial de Fulgencio Batista, un oscuro líder que tenía al país a merced de intereses foráneos y en la miseria a su propio pueblo.
De lider universitario a figura nacional y finalmente a personalidad mundial, no hubo más que tres pasos para el joven Fidel que desde 1959, luego de 4 años de asombrosa lucha guerrillera contra todo un ejército bien armado pero anti popular, tomó las riendas del país conduciéndolo a lo que es hoy, una nación digna, auto suficiente y, sobre todo, libre y soberana, con un pueblo que estadísticamente goza de los mejores estándares de vida en América Latina, con los más altos niveles de educación y sentimiento de solidaridad con el resto de pueblos oprimidos del mundo.
Cuba siempre es pobre, pero Fidel nunca dijo que haría un país rico, sin embargo lo sacó de los niveles de miseria y lo llevó a un lugar que El Salvador, por ejemplo, ni siquiera sueña, o quizás sí, sólo sueña en alcanzar.
Lo que soy yo, siempre he admirado el talento, la inteligencia, el valor, la integridad, el sentido del honor y la sensibilidad social que Fidel posee a borbotones. Siempre, desde que tuve conciencia de su rol en el mapa político mundial, gracias a mi padrastro, don Alfredo Cisneros, quien le adoraba , hasta este mismo segundo, vi con asombro cómo tanta cualidad pudo confluir en un mismo indivíduo y, lo que era y es, más asombroso para mí, es el afán incontenible del líder por ponerlas todas al servicio incondicional de su pueblo al que le dedicó toda su vida.
Aunque la palabra "descanso" no existe en el léxico del comandante en Jefe, gracias a Dios y a él por esa gran decisión de renunciar a las responsabilidades de presidente de la isla. Estoy seguro que su consejo y dirección siempre será buscados por los nuevos conductores del país y de otros más, porque mientras respire Fidel Castro en este mundo, siempre habrá una esperanza viva para la redención de los pueblos.
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