Querido candidato:
La campaña electoral ha estallado, como la mariposa estalla dentro del capullo, y sin embargo, como vos sabes, aun no termina el ciclo de encuentros y desencuentros entre el partido ARENA y la derecha del país; sin embargo una vez se decida el candidato presidencial Arenero se abrirá la pelea por convertirlo en el candidato de toda la derecha.
Esto proporciona un precioso tiempo político que, probablemente, no será demasiado largo pero si muy afanoso y laberíntico; no has de olvidar, querido periodista, que no es grande la diferencia con tú candidatura porque ser candidato del partido FMLN no significa, automáticamente, serlo de toda la izquierda aun que si de la tradicional e institucional, las fronteras pueden ser, ciertamente, sinuosas pero existen y vos sabés muy bien que si las elecciones son hechos políticos multicolores, las votaciones y los recuentos son siempre numéricos y cuantitativos.
Fíjate candidato, que las alianzas siendo como son, acuerdos políticos con cemento político, se construyen con hilos de seda, agujas del mejor de los oros y con las manos del mejor tejedor.
Este tejido fue el que hizo posible la construcción del FMLN en los tiempos de acero, este fue un acuerdo entre comunistas y anticomunistas, una alianza histórica adecuada a la batalla histórica que se anunciaba en ese momento.
La coyuntura en la que estás actuando requiere una alianza más fina aunque aquella porque se trata de tomar el control del primer poder del estado, de las riendas de la administración y del centro real de la política.
Esto es el “gobierno” que en rigor no se decide nunca por los votos de los electores si no por la decisión de los controladores del aparato.
Es probable que una parte de la derecha, interna y externa, calculen que un eventual gobierno diferente, no constituya obstáculo ni amenaza para su política ni sus negocios, aunque ellos saben de sobra que sus intereses confrontan, de día y de noche, con los del pueblo mayoritario y aquí aparece de nuevo la necesidad política de construir, fuera de las paredes partidarias, un tejido socio político que garanticen tanto los votos necesarios como los compromisos irrenunciables de un gobierno diferente al actual.
Esta construcción no puede hacerla el FMLN sin tu espiritualidad por que es un oficio con magia para el cual no hay que estar arriba ni en medio y es algo que requiere de tus tiempos, tus hilos, tu capital político, tus confianzas y tus compromisos.
Se trata, querido candidato, de la construcción política necesaria para tí, por que, lo sabes muy bien, que el mundo que se mira desde las instituciones no suele ser el confiable ni el seguro.
Este trabajo no tiene tiempos ilimitados pero si fronteras definidas por que aquí, en este bosque, está situado el proyecto de las organizaciones populares que en no pocos puntos ha sido y es desconocido y hasta confrontado por el trabajo partidario e institucional del FMLN.
Pero no por eso deja de estar acercándose a tu candidatura, esperando movimientos similares.
Resulta dramática, ciertamente, la situación de ARENA y de su dirigente, el episodio del aumento salarial de los diputados es un colorido testimonio de su incapacidad de maniobra, de su distancia abisal de lo sentimiento popular y de su enorme capacidad de ofensa política; pero vos sabes que ningún partido, de izquierdas o de derechas, escapa al escarnio político, de la vergüenza y de la condena popular.
Esto es resultado de la incapacidad para actuar y ser diferente a la hora de hacer política.
A la dificultad para hablar claro y sobre todo, de pensar diferente.
Y mira, querido periodista, que tu candidatura que apareció diferente, necesita mantener y fortalecer esa diferencia frente a los otros candidatos y frente al mundo partidario no confiable.
Tu corta campaña ha entrado, por eso, en un momento encendido porque si bien es cierto que debes ser el candidato de un partido necesitas ser mucho mas que eso, de otro modo tu discurso, ideas y propuestas pueden quedarse en el laberíntico mundo institucional sin llegar a la subjetividad profunda de los seres humanos, a ese terreno en eterna disputa que se llama Sentido Común, vos sabes que es aquí donde trabajan el estado y el mercado y es ineludible instalarse en esta plaza emocional decisiva.
Vos tenés los hilos, las rutas y agujas para tejer los acuerdos y desacuerdos que necesitas, lo que no tenés es el tiempo ilimitado, nadie lo tiene. Pero tenés puentes en varias orillas.
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