Era tranquilo y paciente, de paso suave y modales educados a pesar de su origen campesino. Gran amigo de los niños y los borrachos del barrio Santanita de San Salvador.
Humilde hasta la sencillez. Ni palabras ni acciones pretenciosas salían de aquel señor cálido y elegante. Dueño de un humor fino y punzante y una enorme capacidad de hacer amigos.
El era su primer crítico:
-Bueno don Chus y Ud. cuantos años tiene?
Le preguntó una señora en la colonia San Juan, un día sáabado que andábamos paseando por los alrededores.
-A, yo ya tengo como 70 años niña Polita.
Habrá tenido en esos días quizás cincuenta, y la señora medio asombrada le replicó:
-Pero mire cómo se ve de entero a pesar de la edad.
-Puesí entero va uno hasta cuando va en la caja, niña Polita.
Fue su inmediata réplica dejando a la señora medio ahuevada y medio chistando.
Como estaban separados de mi madre, mi hermano Guillermo y yo nos íbamos de la Dreyfus a su casa en Santanita todos los sábados a pasar el fin de semana en otro ambiente, con otros amigos y disfrutando de las ocurrencias de mi viejo y mis tías, sus hermanas, que fueron grandes guías en aquellos años felices de la primavera de nuestra vida.
Por alguna razón yo fui el hijo que desarrolló una compenetración emocional más profunda con él. Caminaba de su mano por las noches esos famosos sábados, por el barrio, luego caminábamos por la 29 de agosto, hasta regresar por la colonia Ferrocarril e irnos a acostar. Paseos de dos horas en los que conversábamos de los más diversos tópicos.
A veces nos deteníamos unos momentos a escuchar una reunión de Alcohólicos Anónimos, o en un culto evangélico. Y siempre, en todas partes había un amistoso: "Hola don Chus, y que lo trae por aquí...?
Hoy hace doce años se fue mi viejo...Digo, físicamente, porque de morirse nada.
Está constantemente en mí, especialmente en los momentos más críticos.
La última vez que lo vi fue el jueves quince, cuando me operaron de mi ojo. Ahí estaba mi viejo con mi abuelita, mi mamá y don Alfredo...cuidándome...viendo que todo saliera bien...
Hoy hace doce años se fue de este plano terrenal...allá me está esperando...al otro lado de la fe...donde no hay nada más que luz...
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