Líder máximo de la marita de primero a tercer grados. Te seguíamos a donde fuera, te respetábamos, nos valíamos de la tusquia la bolsa izquierda, nos fajabas si hacíamos o decíamos algo que no tegustaba y hasta nos contabas unos chistes más estúpidos que una gallina clueca, pero nosostros nos reíamos como que el mismo Quevedo nos lo había contado.
Los juegos nocturnos del "choque de trenes" en el campito serán secretos que toda la marita nos llevaremos a la tumba (Qué era eso de estarse pelando el culo y haciéndolo chocar uno a otro. ¡La vieja! Iban a pensar que eramos culeros, mejor nos fuimos a la mierda con el Gallo, además, podía ser que nos gustara y ahora estuviéramos contando el cuento desde otra perspectiva...)
Eras la pura mar y sus conchas con el trompo sedita, capirucho wimbero, chivolas pulsudas, tajetas ganadoras, yoyo, fútbol, libre, mica, arranca cebolla, etc., etc., etc.
Hasta que llegó el cabrón de Arturo "Patachín" y te dio una gran talegueada enmedio de un juego de basketbol en la cancha de la escuela. Pocas alegrías recuerdo de mi infancia más auténticas que esa.
De pronto la trifulca por una pelota debajo del aro, Patachín acababa de llegar a la escuela, no lo conocía nadie, era de la Cucumacayán, le saliste de golillero y sin pensarlo dijo a darte una talegueada de padre y señor mío que nos deleitó más que la vergueada de Alí a Foreman.
"No hijueputa hasta allí llegaste cabrón", decíamos nosostros, eso sí, cuidándonos de que no fuera muy duro, porque a nosostros sí nos podías cachimbear.
Luego ya más maduros, echándonos las cerchas en el Salón Azul de don Carlitos...Puttta qué aguevada en punto 'e verga te diste un beso de boca a boca con el Gallito que hasta la vez resuena en tus oídos su chasquido. Quijosdeputa, si estubiéramos solos se cogen entre sí estos culeros fue el comentario acomedido y filsófico de un parroquiano que vio la romántica escena. Hasta este día lo recuerda mi compadre y exclama: "lo bueno es que fue por esa aguevada que dejé de chupar, ja, ja, ja, ja, ja...!"
Puta anoche me contó Caco que te fuiste del barrio, que descuidaste la diabetes y adiós mis flores...
Esperanos con tarjetas ganadoras y chibolas pulsudas brother, al rato menos pensado te caemos...
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