A Amado Nervo
¿Habrá hallado el poeta a su amada Cecilia?
Hace ya varios lustros supe que la adoraba
y que el viento del Norte se la llevó a lo ignoto
sin pronunciar siquiera un "lo siento por ti."
Nunca un amor tan fuerte
vibró con tanta furia
nunca pudo la muerte
provocar tal penuria
como en aquella noche
que se llevó a Cecilia
como en aquella hora
que le clavó el dolor.
Siete años más pasaron y al fin llegó el momento
que feliz esperaba el bardo en Uruguay.
Cuando al final la muerte penetró en su aposento
él ya había cruzado sonriente aquel umbral.
Nadie esperó con ansias como Amado la muerte,
quería acorralarla en un confín celeste
pidió a grito punzante que lo llevara pronto,
remó en su propia barca y cruzó el Helesponto
para que lo llevara, donde estaba su amor.
Sólo el mismo Dios sabe si se encontró a su amada
en un confín remoto prohibido a la mirada.
Pero el amor inmenso que los unió en la tierra
era para encontrase ya por siempre jamás...
San Rafael, California, dom12denov06
Foto: Ana Cecilia Luisa Dailliez, Compañera de Amado Nervo desde 1901, año que la conoció en el barrio latino de París, hasta 1912 que se la arrebató la muerte en Madrid. A ella dedicó el poeta el bello poemario La Amada Inmóvil.
|
No hay comentarios.:
Publicar un comentario