La gloria te pertenece...
A solo horas de afrontar la posibilidad de alcanzar un record que marcaría un hito en la historia del fútbol nacional, si llegara a erigirse como el único campeón invicto desde la fundación del fútbol rentado en El Salvador, comparto aquí otro record alcanzado, aunque involuntariamente, por el Alianza: ser el único refrente literario del concierto deportivo nacional.
Todo el que me conoce, y que sabe de mi irracional fanatismo por el Alianza, podrá pensar que lo escrito arriba es solo otro disparate producto de mi pasión por el equipo que literalmente circula en mi ADN. Pero en esta ocasión no se trata de una opinión de un fanático, sino de un hecho real sin precedentes en la historia deportivo-literaria del país. El Alianza es relacionado en obras clásicas escritas por lo más granado de la literatura salvadoreña, incluyendo Roque Dalton, Hildebrando Juárez, Rafael Mendoza, Horacio Castellanos Moya, y Manuel Cañadas, cada uno en su género, hacen referencia al equipo en sus obras más simbólicas. Elaboro:
ROQUE DALTON: En su aclamado libro Las Historias Prohibidas del Pulgarcito, el máximo referente de nuestra literatura, se declara aliancista cuando en el título Los Ídolos, los próceres y sus blasfemos, hacia el final de la narración dice lo siguiente: “por eso me empecino en admirar a los futbolistas criollos que derrotaron al Santos de Brasil (con todo y la presencia de Pelé en sus filas les zampamos, como todos vosotros recordaréis, dos goles contra uno, con el agravante de que el gol brasileño fue de penalty).” Aunque Roque no menciona el nombre, si a alguien le queda duda de que está hablando del Alianza, bienvenido al planeta Tierra.
HILDEBRANDO JUÁREZ: El novelista, periodista y poeta, ganador del premio Napoleón Quezada en Costa Rica, 1973, en su libro El Gran Salvadoreño, en el que narra la biografía de Raúl “Araña” Magaña, el mejor portero nacido El Salvador, quien también contribuye en la obra, expone quizás la mejor referencia en lo que respecta a la historia del Alianza. Y es que no se puede hablar de Magaña sin mencionar al Alianza, ni viceversa. Ahí también se puede leer la mejor descripción del emblemático juego del siglo pasado, entre Alianza y Santos de Brasil, que sigue siendo objeto de debates y análisis cincuenta años después de acaecido, y está cada cinco años en los diarios, como una efeméride que los hace batir record de venta.
RAFAEL MENDOZA: Uno de los poetas modernos más reconocidos, discutidos y galardonados en El Salvador, hace mención del equipo blanco en su libro Homenaje Nacional. En el Poema Aquí Todo es Playa, dice textualmente: “Aquí Pelé y el Santos perdieron un partido contra el Alianza”.
HORACIO CASTELLANOS MOYA: En El Asco, sin dudas el libro más polémico escrito en El Salvador en las últimas dos décadas, el hondureño-salvadoreño hace una literal confesión de su aliancismo en el fragmento que literalmente dice: “La primera preocupación intelectual de mi hermano es el fútbol, Moya, puede hablar horas y horas sobre equipos y jugadores del fútbol nacional, y en especial de sus favoritos, un equipo llamado Alianza, para mi hermano el Alianza es la máxima realización humana, no se pierde uno solo de sus partidos, sería capaz de cometer la peor iniquidad con tal de conseguir que el Alianza ganara cada uno de sus encuentros, me dijo Vega. El fanatismo de mi hermano por el Alianza alcanza tales niveles que hace pocos días se le ocurrió invitarme a que fuéramos al estadio, te podés imaginar Moya, me invitó al estadio para apoyar al Alianza...” Tal pareciera que Castellanos Moya describe mi propio aliancismo en este fragmento de su famoso libro.
MANUEL CAÑADAS: El destacado sicólogo, periodista, poeta, futbolista, pero sobre todo, humanista, y en todas esas ramas con nota de sobresaliente, hace múltiples referencias al Alianza (tanto como al resto de equipos de El Salvador), en su recientemente publicado libro Corazón Futbolero. Por supuesto, la naturaleza del título es terreno propicio para hablar del tema desde la óptica de quien no solo conoció la historia del equipo, sino que la sintió en carne viva, pues jugó en el Alianza (aunque su corazón es marciano), en uno de los periodos más críticos de su historia, cuando a mediados de los años setenta estuvo a punto de descender de categoría. Como dato emblemático, el profesor Cañadas jugó el histórico partido defendiendo los colores del Alianza contra el Sonsonate, el jueves 16 de enero de 1975. El que perdía, bajaba. Ganamos y nos quedamos en la Liga de privilegio. Por cierto este partido también es histórico por haber sido el último de Magaña. Yo estuve presente esa noche en el Flor Blanca, y fui testigo de la historia.
Con este recuento queda claro que el Alianza es un tesoro nacional metido en la conciencia del pueblo que lo ha elevado a leyenda urbana por méritos propios. Otros equipos podrán tener más copas ganadas, pero ninguno tiene más gloria merecida. Puede hoy no lograr el record de campeón invicto, pero eso no le quitaría un ápice de grandeza. Porque el Alianza no solo hizo fútbol, también hizo historia en El Salvador.