miércoles, septiembre 25, 2013

AMAñOS, UNA TELARAñA QUE DA MIEDO


Bastaba una llamada telefónica a Singapur, o un par de países más, para que a los jugadores salvadoreños se les diera $10 mil, o $30 dólares, con sólo chasquear un par de dedos.

El dinero no estaba lejos. Se podía sacar de un banco local o traerlo, en efectivo, desde Nicaragua o Guatemala. A los jugadores se les podía pagar en cualquier lugar. El dinero no era el problema.
Un asiático de ojos rasgados, pelo lacio y camino en el centro de su cabello, llamado Dan Tan, detenido hace pocos días en Singapur, era el responsable de que los bolsillos de los jugadores salvadoreños se engordaran.

El no era el que contactaba, directamente, a los jugadores. Usaba mucha gente, por todo el mundo, para arreglar los partidos.

Uno de ellos era Wilson Raj Perumal, uno de los lugartenientes de Dan Tan, que ahora está preso.
Wilson Raj Perumal.
Wilson Raj Perumal.
Lo que se sabe ahora es que Raj Perumal era el hombre que manejaba los amaños de partidos en Centroamérica.

Para él trabajaban, entre otros, el ciudadano malí, nacionalizado singapurense, Gaye Alassane, y el panameño Javier Núñez, además del nicaragüense Yaser Araúz.

Incluso, fue Alassane quien, junto con Raj Perumal, montó el escandaloso partido (mantenido en secreto aquí, pues nadie explica cómo se pactó) entre Costa Rica y El Salvador.

El encuentro se celebró en el 2010 en ciudad Quesada, un poblado localizado al norte de Costa Rica, cerca de la frontera con Nicaragua.

Pero si Raj montó ese partido (como se reconoce en silencio ahora), y luego compró la voluntad de varios jugadores salvadoreños, lo hizo en el nombre del jefe máximo: Dan Tan, el también singapurense.

Incluso, ha trascendido que al ser detenido Raj, en Finlandia, éste se molestó con Dan Tan y comenzó a confesar todo lo que pasaba con los amaños.

Nadie descarta que en El Salvador se pudo investigar los amaños porque Raj confesó lo que hizo aquí, en nombre de Dan Tan y sus negocios.

¿Quién es?
Dan Tan era un apostador de carreras de caballos que después se convirtió en un corredor de apuestas.
En 1992 (hace poco más de 20 años), salió huyendo de Singapur, su país de origen, porque apostó $1.5 millones en un partido de fútbol. Perdió y no podía pagar. Eso lo asustó y mejor se largo.

Un par de años volvió de la oscuridad cuando pudo pagar.

Pocos saben cómo Dan Tan construyó el mayor imperio mundial de amaños de partidos de fútbol en países tan distantes como El Salvador, Italia o Rusia.

Lo que sí se sabe es que, después de no poder pagar esa vieja apuesta, juntó tanto dinero como para coleccionar vehículos BMW o vivir como un rey hasta que, hace pocos días, fue detenido en Singapur.

Dan Tan es un singapurense de origen chino de unos cuarenta años. La primera vez que se conoció públicamente de él fue cuando, en Finlandia, la policía detuvo a su cómplice, un singapurense de origen hindú llamado Wilson Raj Perumal.

Con tentáculos en El Salvador
Raj fue condenado y enviado a la cárcel. Se dice que él fue quien pregonó parte de lo que hacían y con eso se armó el escándalo del “calcioscommese”, una serie de partidos arreglados en Italia que se transformó en un escándalo mundial.

Como buen asiático, Dan Tan era un asiduo visitante de los casinos. A veces ganaba mucho dinero. Otras veces salía perdiendo lo necesario como para preocuparse. Pero, Dan Tan sabía que un amaño de partido podía dejarle ganancias de hasta 8 millones de euros.

Aprendieron
Dan Tan y sus principales colaboradores aprendieron su profesión de amañadores de partidos en las ligas de fútbol de Singapur y Malasia.

Después, cuando aprendieron cómo captar apuestas por Internet, sus planes volaron hasta donde ni siquiera él imaginaba.

Dan Tan amañó, según se dice, más de seiscientos partidos en todo el mundo. A las autoridades de Singapur les importaba poco eso, pero a la Interpol o Europol sí les importaba, y mucho, lo que pasaba con el deporte.

Por eso es que, al fin, el hilo se reventó. Las autoridades de Singapur detuvieron a Dan Tan en un edificio de 15 pisos en el que se incorpora una exhuberante vegetación y las puertas son controladas electrónicamente. Ahí vivía Dan con su esposa y su hijo.

El recuento de la Policía Internacional es simple ahora: Dan amañó 680 partidos locales e internacionales (incluidos varios en El Salvador).

El trabajo era simple: compraba las voluntades de árbitros, funcionarios y jugadores.
La revista alemana Dier Spiegel dijo que, en una entrevista por correo electrónico, Dan Tan les confesó que él había amañado hasta un partido del Barcelona contra el Fenerbahce, de la tercera división en Estambul.

Al parecer sobornó a cuatro técnicos que apagaron las luces cuando el partido iba 3 a cero. El problema para él es que las luces volvieron a encenderse. Con eso perdió $3 millones. Así sería su mundo de las apuestas.

En Italia, donde Dan Tan ya dejó suficientes pruebas de sus amaños, le llaman el “gitano”.
Incluso, hay quienes dicen que en un partido de la división local, la gente de Dan Tan fue capaz hasta de drogar jugadores.

Cuando los directivos del Cremonense se dieron cuenta que había jugadores que apenas podían caminar, les hicieron exámenes de orina.

Pronto se dieron cuenta que los jugadores tenían rastros de Lormetazepam, un sedante que se prescribe contra el insomnio.

Como parte de las operaciones de Dan Tan cabe, incluso, la posibilidad de organizar falsos equipos nacionales, como sucedió en Togo, África.

Su mentor
Eswaramoorthy Pillar.
Eswaramoorthy Pillar.
Ahora se sabe un poco más de Dan Tan. Su mentor habría sido un indio de Singapur llamado Eswaramoorthy Pillar, a quien, simplemente, llaman señor “X”.

Supuestamente, los amaños empezaron a extenderse a Europa en 1994, después de la Copa Malasia.
Luego las actividades se prolongaron hasta un gran sindicato de amañadores cuyas actividades pasan por comprar equipos en Europa para ajustar sus resultados a los cálculos de sus actividades.

Wilson Raj, cuya mano siempre estuvo en El Salvador, en el nombre de Dan Tan y los socios de su sindicato de amañadores, ha dicho a las autoridades cómo alteraban partidos en Italia.

Las ganancias eran fabulosas: pagaban un millón de dólares a jugadores pero se ganaban ocho millones de dólares por partido.

Pero, Dan Tan muchas veces no sólo apostaba él en los partidos si no que también recogía otras cantidades gigantescas de apostadores empresarios chinos.

Academias de fútbol
En una confesión que Wilson hizo, dijo que él y otros compañeros decidieron fundar academias de fútbol utilizando el nombre de Cendex Centre. Hacían partidos amistosos.

Las academias aparecían en la página web de la Federación de Fútbol de Singapur. El director de esas academias era Gaye Alassane.

Alassane fue, precisamente, el hombre que vino al país junto a Raj para montar el partido entre Costa Rica y El Salvador en el 2010. El problema es que de ese partido nadie quiere hablar.

Cuando un periodista le preguntó, hace poco tiempo a Raj sobre Dan Tan, aquel respondió que seguía en las apuestas.

“El está arreglando partidos en Venezuela, en Moldavia, en El Salvador, Puerto Rico, Nicaragua. ¿Qué puede hacer la FIFA?”

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