Ah, Ain't nothin' I can say, nothin' I can do
I feel so bad, yeah, I feel so blue...
Cómo te encantaba esa canción de Tower of Power...!
Han pasado ya unos días desde que lo supe,
y me había quedado callado pues no quería aceptarlo.
Pero la muerte, como la vida, no se pueden ignorar
y hoy el dolor me cala como un puñal en el alma.
No es que quiera dramatizar su partida
porque a él no le gustaban esas mierdas.
Tampoco voy a llorarlo
porque al fin ya está en el universo del silencio,
gozando con su sonrisa sempiterna
de su bien ganado reposo,
hasta donde no lo alcanza ya el dolor.
Voy a llorar por mí, porque me quedo solo,
porque con él se fue otra razón para mi risa.
Suelto mi llanto porque he perdido para siempre
a uno más en quien tallaba la palabra amigo.
Porque ha partido implacable hacia el Arcano
un cáliz con el vino del amor fraterno,
a quien llegué a querer como a un hermano
y que hoy gravita en los confines de lo Eterno.
Pobre de mí...pobre de mí que perdí a mi amigo Tino...!
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