DICEN QUE PARA entender la cultura japonesa primero hay que visitar Kyoto, ciudad fundada en el año 794, antigua capital imperial de Japón hasta que Tokio le arrebató el título en 1868.
Sus habitante pueden envidiar a regañadientes la economía y vitalidad de Tokyo y la cercana Osaka, pero toman gran orgullo de su tradición, su cocina refinada su dialecto, su sensibilidad para las estaciones y su historia.
Mi mujer no necesita sobarle la panza a Buda para la buena suerte...Tiene su panzón privado.
Este templo budista fue construído en honor a los soldados japoneses caídos en la Segunda Guerra Mundial. Se llama Ryosen Kannon, la imagen del profeta mide 24 metros.
Mi hijo Guillermo posa con Yasuko para la cámara de mi mujer, frente a la portentosa entrada del templo Kiyumitzu-Dera. Por más de 1000 años millones de peregrinos han subido esta colina para orar frente al Kannon de once cabezas en cuyo honor se ha construído el monumental edificio.
domingo, agosto 27, 2006
sábado, agosto 26, 2006
JAPON 2006, AL FIN EN TOKYO
En el Troley-bus a la estación del metro.
En una pasarela con la panorámica de rascacielos de la bella ciudad.
En Osaka abordamos el Super Expresso para Tokyo. De veras no me aguantaba por ver una de las ciudades más extensas, intensas y pobladas del mundo.
Metidos en un artefacto que nos hacía sentir que viajáabamos sobre una nube, corrimos por paisajes frescos, tocando pueblos que mostraban la tradicional arquitectura oriental con sus techos curveados.
La travesía duró tres horas y al fin vivimos la hermosa capital del país del Sol Naciente.
En una pasarela con la panorámica de rascacielos de la bella ciudad.
En Osaka abordamos el Super Expresso para Tokyo. De veras no me aguantaba por ver una de las ciudades más extensas, intensas y pobladas del mundo.
Metidos en un artefacto que nos hacía sentir que viajáabamos sobre una nube, corrimos por paisajes frescos, tocando pueblos que mostraban la tradicional arquitectura oriental con sus techos curveados.
La travesía duró tres horas y al fin vivimos la hermosa capital del país del Sol Naciente.
JAPON 2006, LA TORRE DE TOKYO
OTRA MARAVILLA DEL MUNDO MODERNO EN JAPON!
Desde la torre se domina la hermosa ciudad de Tokyo.
Desde lo alto me llamó la atención un entrenamiento de un equipo blanquito como el mío.
Desde nuestro hotel nos pareció por un momento que estábamos en París, ya que en la distancia se yergue esta maravilla de la arquitectura moderna, robando por un momento un poquito de la imagen de la Ciudad Luz.
Pero no, estábamos viendo la Torre de Tokyo que, aunque basada en el mismo concepto de la Torre Eiffel, no le llega a ésta en hermosura.
Sin embargo también tiene lo suyo.Fuimos a verla de cerca y no solo eso, también la escalamos!
Desde la torre se domina la hermosa ciudad de Tokyo.
Desde lo alto me llamó la atención un entrenamiento de un equipo blanquito como el mío.
Desde nuestro hotel nos pareció por un momento que estábamos en París, ya que en la distancia se yergue esta maravilla de la arquitectura moderna, robando por un momento un poquito de la imagen de la Ciudad Luz.
Pero no, estábamos viendo la Torre de Tokyo que, aunque basada en el mismo concepto de la Torre Eiffel, no le llega a ésta en hermosura.
Sin embargo también tiene lo suyo.Fuimos a verla de cerca y no solo eso, también la escalamos!
lunes, agosto 21, 2006
JAPON 2006, TOKYO ESPIRITUALIDAD
Mis tesoros posan frente a elementos simbólicos a la entrada del Templo Shintoísta más importante de Tokyo: el Altar de Mei-ji.
Entre fieles que todos los años visitan por millones, me detengo a orar ante el altar Senso-ji, el más sagrado y espectacular templo budista de Tokyo. Data desde el año 645.
La puerta "Kaminarimon" (puerta del trueno), en la entrada del altar budista de Senso-ji. Los samuraii que cuidan el templo se ven en sus recintos a izquierda y derecha de la entrada.
El pueblo japonés es muy espiritual. Como es lógico pensar, entre los orientales se practican dos religiones fundamentalmente que no tienen nada que ver con los valores cristianos: El Budismo y el Shintoísmo. Las dos religiones se basan en códigos morales estrictos cuyos símbolos son altamente respetados y reverenciados.
En lo que a mí respecta, soy muy respetuoso de las creencias tanto de pueblos como de indivíduos. Personalmente practico un sincretismo religioso. Eso significa que tomo lo bueno de cada creencia que conozco y la pongo en práctica en la medida de lo que puedo. De esta forma tengo asegurado mi puesto en el más allá, sin importar cuál sea la religión "correcta".
En cuanto a la "salvación de mi alma", esa decisión está en control de Dios, yo no me preocupo por eso. Con la misma fe que he orado en la Basílica de San Pedro en Roma, lo hago en templos shintoistas y budistas en Japón.
Entre fieles que todos los años visitan por millones, me detengo a orar ante el altar Senso-ji, el más sagrado y espectacular templo budista de Tokyo. Data desde el año 645.
La puerta "Kaminarimon" (puerta del trueno), en la entrada del altar budista de Senso-ji. Los samuraii que cuidan el templo se ven en sus recintos a izquierda y derecha de la entrada.
El pueblo japonés es muy espiritual. Como es lógico pensar, entre los orientales se practican dos religiones fundamentalmente que no tienen nada que ver con los valores cristianos: El Budismo y el Shintoísmo. Las dos religiones se basan en códigos morales estrictos cuyos símbolos son altamente respetados y reverenciados.
En lo que a mí respecta, soy muy respetuoso de las creencias tanto de pueblos como de indivíduos. Personalmente practico un sincretismo religioso. Eso significa que tomo lo bueno de cada creencia que conozco y la pongo en práctica en la medida de lo que puedo. De esta forma tengo asegurado mi puesto en el más allá, sin importar cuál sea la religión "correcta".
En cuanto a la "salvación de mi alma", esa decisión está en control de Dios, yo no me preocupo por eso. Con la misma fe que he orado en la Basílica de San Pedro en Roma, lo hago en templos shintoistas y budistas en Japón.
sábado, agosto 19, 2006
EL PERRITO HACHI-KO, TOKYO 2006
UNA HISTORIA FASCINANTE DE AMOR Y LEALTAD
Cuando arribé a la estación del populoso sector Shibuya del Metro de Tokyo acompañado de mi mujer y mi hijo, entre centros comerciales, algarabía, luces de neón, y frente a imágenes de televisión que cubren casi la mitad de los rescacielos aledaños; me llamó la atención que mucha gente se fotografiaba con una estatua erigida a un perro.
Haciendo alarde de la más profunda filosofía Kantiana, yo exclamé: "Ve, hasta a los chuchos les hacen monumentos estos japoneses...!"
Como "adonde fueres haz lo que vieres", nosotros también hicimos cola para posar con la famosa estatua.
Mientras tanto, a mí me dejó con curiosidad de saber el por qué tanta deferencia por un cuadrúpedo. Investigué más tarde y he aquí la historia:
La lealtad y el amor incondicional para su amo son cualidades de los perros que los convierte en todo el mundo en "el mejor amigo del hombre". Un particular perro de Akita, llevó esas cualidades a extremos tales que le ganaron un lugar en el corazon del pueblo japonés y lo ha mantenido en ese lugar por más de setenta años.
Chu ken Hachi-ko (literalmente, el perro fiel), había nacido en Akita en 1923. Al año siguiente lo llevaron a Tokio. El y su amo, el Dr. Eysaburo Uyeno, catedrático de la Imperial Universidad de Tokyo, se convirtieron en amigos inseparables. Todos los días "Hachi" acompañaba a Eisaburo a esta estación del tren cuando se iba a trabajar. Al regresar por la tarde el Dr. Uyeno, encontraba en el mismo lugar a su perrito, que lo saludaba con gemidos y agitaciones de cola. Esta feliz rutina se dio hasta que un día fatal el Dr. Uyeno se sintió mal en su trabajo y murió de un ataque al corazón.
A pesar de que Hachiko tenía menos de dos años de edad, siguió esperando todos los días en la estación Shibuya a su amo que nunca jamás iba a regresar. Tarde en la noche, regresaba con gemiditos a su casa y hubo veces que pasó días contínuos sin moverse del lugar, sin comer y apenas durmiendo.
Tanto familiares del Dr. Uyeno como veterinarios hicieron todos los trucos posibles para convencer al perrito que ya no regresara.
El Akita se volvió una vista familiarizada para los viajeros que de cuando en cuando le agitaban la cabeza en señal de saludo. El animalito guardó su vigilia por más de diez años.
El 8 de marzo de 1935, finalmente fue donde su amo: murió exactamente en el mismo lugar donde lo había visto vivo por última vez...
La Prefectura de Tokyo, atendiendo peticiones de miles de ciudadanos, decidió erigir una estatua en honor a Hachiko. Pero percibiendo que el Akita aun estaba solo, en 1983, estudiantes de la Imperial Universidad de Tokyo decidieron erigir una estatua en honor del Dr. Uyeno, y le agregaron esta frase al podio de la del perrito: "Ahora Hachiko ya es feliz".
El Monumento es al amor y la lealtad.
viernes, agosto 18, 2006
JAPON 2006, LAGO BIWA
Con sus 263 millas cuadradas, el lago Biwa es el más grande de Japón. Es más extenso que cualquier ciudad japonesa incluída Tokyo. Lleva ese nombre porque su forma es la de una BIWA que es un instrumento musical típicamente japonés.
Su bonito paisaje incluye paradisíacas isletas.Dando un cruising en el lago Biwa. Al fondo se perfila la ciudad de Shiga, al sur de Kioto, al sur-este del país.
Relaxing en un crucero que curiosamente lleva el nombre de "Michigan".
La otra parte de mí, posa frente al hermoso crucero a nuestro regreso de un paseo por el lago más grande de Japón.
Su bonito paisaje incluye paradisíacas isletas.Dando un cruising en el lago Biwa. Al fondo se perfila la ciudad de Shiga, al sur de Kioto, al sur-este del país.
Relaxing en un crucero que curiosamente lleva el nombre de "Michigan".
La otra parte de mí, posa frente al hermoso crucero a nuestro regreso de un paseo por el lago más grande de Japón.
miércoles, agosto 16, 2006
JAPON 2006, HIROSHIMA
"Que no se repita jamás semejante barbarie"
Comandante Fidel Castro Ruz
La más triste de las razones atrae a millones de turistas de todo el mundo a esta ciudad, la misma que me atrajo a mí: el pagar respetos a las víctimas del acto más despiadado, horroroso e inexplicable de la historia.
El 6 de agosto de 1945, a las ocho y quince de la mañana, ocurrió en Hiroshima el acto más espantoso de la historia del mundo. En un instante apocalíptico de destrucción se evaporaron noventa mil personas cuando el piloto John Warfield en el bombardero Enola Gay dejó caer la primera bomba atómica a la que en código militar le habían nombrado "el muchachito", iniciando la horrorosa era nuclear.
Esa bomba tenía 50 megatones, un megatón es igual a un millón de candelas de dinamita. O sea que la bomba que cayó en Hiroshima tenía el poder destructivo de cincuenta millones de candelas de dinamita.
El infierno se quedó pálido ante tanto horror...Aún entrados los años sesenta la radiación mataba gente. Total 200,000 víctimas.
Conste: la bomba todavía no estaba perfeccionada en esa época.
Museo Memorial de la Paz. Artistas japoneses crearon una maqueta de cómo quedó Hiroshima horas después de la barbarie. La bola roja representa en escala el punto exacto del epicentro de la bomba, sobre el edificio de la prefectura de Hiroshima.
Museo Memorial de la Paz. Este no es un lugar para sonreir. El de la foto soy yo (no Daniel Ortega)
Poso con mi rey frente al monumento dedicado a la niña Sadako Sasaki, quien el 6 de agosto de 1945 estaba a pocas millas del epicentro de la bomba, y por la radiación adquirió leucemia.
Ella había leído en un cuento que al construir mil pajaritas de papel, cualquier deseo se cumplía. Comenzó a construir pajaritas de papel con el deseo ferviente de curarse del mal, y aunque hizo mucho más de mil, murió víctima de la cruel enfermedad a los 12 años.
Desde entonces este lugar pasa repleto de pajaritas de papel enviadas por niños de todos los rincones de Japón. Se calcula que desde 1953 no ha nacido un niño en el país que no haya enviado sus pajaritas de papel a este lugar. La Prefectura (Alcaldía) de Hiroshima las deposita en las vitrinas que se observan en el fondo.
El monumento es a la fe y la esperanza.
Esta es la Zona Cero. Este edificio fue el blanco de la bomba atómica. Aquí tampoco hay una razón para reír.
Al final del tour por el Museo Memorial, los visitantes escriben un pensamiento. Después de escribir mis impresiones, rubriqué mi nota con la frase que yo más amo: VIVA EL ALIANZA!
El nombre de mi equipo está ahora en uno de los lugares más respetados del mundo!
Comandante Fidel Castro Ruz
La más triste de las razones atrae a millones de turistas de todo el mundo a esta ciudad, la misma que me atrajo a mí: el pagar respetos a las víctimas del acto más despiadado, horroroso e inexplicable de la historia.
El 6 de agosto de 1945, a las ocho y quince de la mañana, ocurrió en Hiroshima el acto más espantoso de la historia del mundo. En un instante apocalíptico de destrucción se evaporaron noventa mil personas cuando el piloto John Warfield en el bombardero Enola Gay dejó caer la primera bomba atómica a la que en código militar le habían nombrado "el muchachito", iniciando la horrorosa era nuclear.
Esa bomba tenía 50 megatones, un megatón es igual a un millón de candelas de dinamita. O sea que la bomba que cayó en Hiroshima tenía el poder destructivo de cincuenta millones de candelas de dinamita.
El infierno se quedó pálido ante tanto horror...Aún entrados los años sesenta la radiación mataba gente. Total 200,000 víctimas.
Conste: la bomba todavía no estaba perfeccionada en esa época.
Museo Memorial de la Paz. Artistas japoneses crearon una maqueta de cómo quedó Hiroshima horas después de la barbarie. La bola roja representa en escala el punto exacto del epicentro de la bomba, sobre el edificio de la prefectura de Hiroshima.
Museo Memorial de la Paz. Este no es un lugar para sonreir. El de la foto soy yo (no Daniel Ortega)
Poso con mi rey frente al monumento dedicado a la niña Sadako Sasaki, quien el 6 de agosto de 1945 estaba a pocas millas del epicentro de la bomba, y por la radiación adquirió leucemia.
Ella había leído en un cuento que al construir mil pajaritas de papel, cualquier deseo se cumplía. Comenzó a construir pajaritas de papel con el deseo ferviente de curarse del mal, y aunque hizo mucho más de mil, murió víctima de la cruel enfermedad a los 12 años.
Desde entonces este lugar pasa repleto de pajaritas de papel enviadas por niños de todos los rincones de Japón. Se calcula que desde 1953 no ha nacido un niño en el país que no haya enviado sus pajaritas de papel a este lugar. La Prefectura (Alcaldía) de Hiroshima las deposita en las vitrinas que se observan en el fondo.
El monumento es a la fe y la esperanza.
Esta es la Zona Cero. Este edificio fue el blanco de la bomba atómica. Aquí tampoco hay una razón para reír.
Al final del tour por el Museo Memorial, los visitantes escriben un pensamiento. Después de escribir mis impresiones, rubriqué mi nota con la frase que yo más amo: VIVA EL ALIANZA!
El nombre de mi equipo está ahora en uno de los lugares más respetados del mundo!
JAPON 2006, MIYAJIMA
ISLA SAGRADA DE MIYAJIMA
Una joya en la Costa Sanyo. Miyajima es simbolizada por un deslumbrante torii (puertagrande),color bermellón construído en el mar, lo cual denota que toda la isla es sagrada.
No hay ni centros de maternidad ni cementerios, porque no se permite a nadie nacer ni morir en la isla. Tampoco se permiten árboles caídos.
Venaditos mansos andan a su antojo en toda la isla.
Los venaditos mansos no le creen a mi mujer que ya se le terminaron las galletas.
Convencidos de que mi vieja no tiene más galletas, corren en dirección de otro turista que les ofrece de lo que a ellos les gusta: galletitas especiales que venden en la isla sólo para ellos.
Mi mujer y mi rey en el ferry camino a la isla Sagrada de Miyajima. Al fondo se puede ver el torii o gran puerta shintoista.
Pagoda Shintoista en la Isla Sagrada de Miyajima, Hiroshima.
Una joya en la Costa Sanyo. Miyajima es simbolizada por un deslumbrante torii (puertagrande),color bermellón construído en el mar, lo cual denota que toda la isla es sagrada.
No hay ni centros de maternidad ni cementerios, porque no se permite a nadie nacer ni morir en la isla. Tampoco se permiten árboles caídos.
Venaditos mansos andan a su antojo en toda la isla.
Los venaditos mansos no le creen a mi mujer que ya se le terminaron las galletas.
Convencidos de que mi vieja no tiene más galletas, corren en dirección de otro turista que les ofrece de lo que a ellos les gusta: galletitas especiales que venden en la isla sólo para ellos.
Mi mujer y mi rey en el ferry camino a la isla Sagrada de Miyajima. Al fondo se puede ver el torii o gran puerta shintoista.
Pagoda Shintoista en la Isla Sagrada de Miyajima, Hiroshima.
lunes, agosto 14, 2006
JAPON, UN VIAJE INOLVIDABLE
JAPON, UN VIAJE INOLVIDABLE
JAPON, UN VIAJE INOLVIDABLE
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