El novelista francés Patrick Modiano obtuvo el Premio Nobel de Literatura “por el arte de la memoria con el que ha evocado los destinos humanos más inasibles y desvelado el mundo de la ocupación”, según anunció en Estocolmo la Academia Sueca este jueves 9 de octubre a la 1 de la tarde.
El secretario permanente de la Academia Sueca, Peter Englund, indicó ante la televisión pública SVT que la institución no logró contactar con el laureado antes del anuncio. Englund dijo del autor francés que es “alguien que ha escrito muchos libros que se hacen eco unos a otros”, y que hablan de “memoria, identidad y aspiraciones”.
Días atrás, el propio Modiano rechazaba con un gesto amable la mera hipótesis de su “candidatura” al Nobel, que finalmente ha ganado contra todo pronóstico.
Nacido en Boulogne-Billancourt el 30 de julio de 1945, Modiano sucede en el palmarés a la canadiense anglófona Alice Munro, y el próximo 10 de diciembre recibirá un premio en metálico de ocho millones de coronas suecas (878.000 euros, 1,1 millones de dólares) de manos del rey de Suecia, Carlos XVI Gustavo.
Autor de Dora Bruder y En el café de la juventud perdida, Modiano ha centrado toda su obra en el París de la Segunda Guerra Mundial, describiendo los acontecimientos de esta época a través de personajes corrientes. Ha sido ganador del Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y del Premio Goncourt.
Modiano se ha convertido en el 11º novelista francés en obtener el Nobel de Literatura. El anterior fue Jean-Marie Gustave Le Clézio, en 2008.
Las obras de este escritor francés se caracterizan por estar ambientadas en la época de la ocupación alemana de Francia, durante la Segunda Guerra Mundial. Muy conocido en Francia, y menos conocido en el resto del mundo, varias de sus obras han sido llevadas al cine, como Lacombe Lucien.
Se trata del triunfo espectacular de una carrera consagrada esencialmente a reescribir algunas de las páginas más oscuras y siniestras de la historia de Francia. El padre de Patrick Modiano fue un personaje oscuro, muy relacionado con traficantes y policías que trabajaron e hicieron grandes negocios vendiendo de casi todo —mercancías o personas— al ejército de ocupación nazi. Toda la vida y la obra del escritor están marcadas por esa historia paterna.
La madre de Patrick Modiano fue una actriz que comenzó a hacer carrera durante la ocupación nazi y terminó separándose de su marido, para comenzar otras vidas, acompañada, finalmente, de Jean Cau, que había sido secretario personal de Jean Paul Sartre.
Las complejas relaciones de sus padres condenaron al joven Patrick Modiano a una vida de “exilio interior”, errante entre diversos internados, donde siempre fue pasablemente infeliz. La muerte prematura privó al futuro novelista del más íntimo de sus cómplices. Toda la obra de Modiano echa sus raíces en esos problemas íntimos. Y en la geografía parisina de tales catástrofes familiares.
El novelista ha viajado poco. Y toda su vida personal oscila entre dos o tres barrios parisinos. Sus novelas comienzan siempre con la búsqueda de lejanas “raíces” de oscuros personajes perdidos en la historia íntima de seres perdidos y descarriados.
Novela tras novela, Modiano ha escrito una suerte de “contra historia” de varios barrios parisinos, muy marcados por catástrofes históricas. El novelista se “pierde” corriendo tras las sombras de oscuros personajes cuyas ambigüedades hablan de las ambigüedades más atroces de personajes emblemáticos, protagonistas de siniestras historias bien históricas, durante la ocupación, durante la guerra de Argelia, durante las sucesivas crisis de una Francia errante por las oscuras aguas de una grave crisis de identidad.
Alice Munro, maestra del relato corto contemporáneo, fue el pasado año la escritora galardonada. Los anteriores ganadores del Premio Nobel de Literatura fueron Mo Yan (2012, China), Tomas Tranströmer (2011, Suecia), Mario Vargas Llosa (2010, Perú, España), Herta Müller (2009, Rumanía, Alemania), Jean-Marie Gustave Le Clézio (2008, Francia, Mauricio), y Doris Lessing (2007, Reino Unido).
La bielorrusa Svetlana Alexievich, el keniano Ngugi wa Thiongo y el japonés Haruki Murakami sonaban como los favoritos de los círculos literarios y los sitios web de apuestas. Entre los candidatos de lengua española los que más sonaban eran los novelistas españoles Javier Marías y Juan Goytisolo, ya citados en años anteriores.
Murakami sonaba como el preferido de los lectores y de muchos periodistas, “pero a sus obras les falta ese suplemento de profundidad que puede hacer de él un Nobel”, piensa Elise Karlsson, crítica del diario Svenska Dagbladet.
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