sábado, mayo 17, 2014

FUSILEMOS LA NOCHE, EN SAN FRANCISCO


EXCELENTE producción. Me dio una mezcla de alegría-nostalgia-lamento ver en movimiento y oír de su viva voz a Roque Dalton definiendo su poesía y su propósito como poeta-creador de un movimiento que da al traste con lo que él llama poesía-canto, para dar paso a la poesía-ideas. 

Fue un verdadero agasajo verlo al lado de gigantes de la literatura latinoamericana como Ernesto Cardenal, y que celebridades intelectuales como Regis Debray y Eduardo Galeano se refieran a nuestro bardo de una forma familiarizada. Otros poetas y escritores salvadoreños como Manlio y Castrorrivas exponen sus mejores recuerdos en su interacción con el poeta, lo mismo que amigos e intelectauales alrededor del mundo. 

Pero fue aun más conmovedor ver cómo la gente del pueblo, los niños, y hasta lo que pareció ser un grupo de presidiarios, hablaban de Roque y sus poemas como hablar de un miembro de su familia.

Me trajo recuerdos de mis días de estudiante de Derecho de la UES, el ver a nuestros maestros el Dr. José Napoleón Rodríguez Ruíz y el Dr. Luis Domínguez Parada (recientemente fallecido), hablando de su amigo Roque y lanzando luces sobre su poesía y el contexto político en el que se movió el poeta.

Francamente me causó repulsión el advertir nuevos detalles que emergen de declaraciones de ex combatientes que fueron testigos presenciales de los magnicidos de "Pancho" y Roque perpetrados por Jorge Meléndez y Joaquín Villalobos, y que la justicia en El Salvador no solo no haya sido sido ciega, sino se haya hecho la de la vista pacha y haya dejado impune un crimen que conmovió al continente. Todo mientras el primero de los culpables recibe un salario que proviene del pueblo que defendió con su vida el poeta; y el otro viva una vida de cuento de hadas en la flemática Inglaterra.

Me encantó ver de nuevo a mi amiga Theresa Mejía, (ex novia de mi amigo Jorge Figeac en nuestros días de universidad), quien es miembro del grupo RENASE, que organizó la presentación.

Finalmente lamento la indiferencia con la que los salvadoreños del Area de la Bahía de San Francisco han recibido este documento histórico importantísimo para la cultura nacional. El Mission Cultural Center, de por sí un pequeño anfiteatro, no alcanzó siquiera a llenar la mitad de sus asientos en la presentación de las 3:00 pm, a la que yo asistí. Si hubiera sido un grupo de música chocarrera, el recinto no habría sido suficiente para albergar a la mara. Esa es el alma nacional. 

Como dijo el mismo Roque: Los guanacos hijos de la gran puta...mis compatriotas, mis hermanos...

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