Se llama Hiram Sotomayor, es un nicaragüense con quien he hecho una química excepcional, es la única persona que yo conozco que sabe absolutamente de todo, desde matemáticas hasta ciencias ocultas, pasando por tocar guitarra, jugar ajedrez, historia de la música clásica, y cuál fue el papel de cada uo de los científicos que participaron en el Proyecto Manhattan (el diseño y construcción de la bomba atómica.) No gasta en reparaciones de su carro porque también es mecánico. Para la computadora es genial, conoce todos los programas y a él le debo el redactar mis instrumentos notariales con efectos en El Salvador de manera profesional, ya que hizo todos los ajustes y formateos para que quedaran perfectas las páginas de mi protocolo.
Siempre anda vestido de riguroso negro, no conoce ninguna forma de envidia y se alegra ad infinitum cuando algo bueno les pasa a sus amigos. Es pragmático, no le gustan los embrollos y prefiere andar su viejo volvo sin deberlo que en un carro del año y estar bien ensereguetado.
En Nicaragua Hiram es ingeniero graduado. Hemos sido amigos por los últimos once años.
A veces tenemos discusiones homéricas, especialmente cuando le platico de las virtudes del comandante en jefe Fidel Castro a quien yo admiro y respeto pero que Hiram odia más que a sus pecados. Esta noción me gusta porque demuestra que para ser buenos amigos no se necesita pensar igual en algunos temas peludos.
Es instructor de educación especial en San Rafael High y a pesar de trabajar en el mismo lugar, a veces pasan semanas sin vernos.
Hoy nos encontramos en los pasillos de la escuela y decidimos ir a cenar. Entre chistes, anécdotas de la escuela y chismes de familia, pasó rapidito la cena a pesar que transcurrió hora y media en el restaurante.
Cheers para mi amigo Hiram!
Siempre anda vestido de riguroso negro, no conoce ninguna forma de envidia y se alegra ad infinitum cuando algo bueno les pasa a sus amigos. Es pragmático, no le gustan los embrollos y prefiere andar su viejo volvo sin deberlo que en un carro del año y estar bien ensereguetado.
En Nicaragua Hiram es ingeniero graduado. Hemos sido amigos por los últimos once años.
A veces tenemos discusiones homéricas, especialmente cuando le platico de las virtudes del comandante en jefe Fidel Castro a quien yo admiro y respeto pero que Hiram odia más que a sus pecados. Esta noción me gusta porque demuestra que para ser buenos amigos no se necesita pensar igual en algunos temas peludos.
Es instructor de educación especial en San Rafael High y a pesar de trabajar en el mismo lugar, a veces pasan semanas sin vernos.
Hoy nos encontramos en los pasillos de la escuela y decidimos ir a cenar. Entre chistes, anécdotas de la escuela y chismes de familia, pasó rapidito la cena a pesar que transcurrió hora y media en el restaurante.
Cheers para mi amigo Hiram!
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