Diputados compran paquete de una excursión al día para 2010
En 2008, 2009 y 2010 el gasto en boletos aéreos para diputados ha sido de más de millón y medio de dólares y nadie se atreve a justificar la utilidad de los viajes o a explicar los criterios con que se decide cuánto se viaja con dinero de los salvadoreños. Aparte del gasto en boletos, la Asamblea paga miles de dólares en viáticos.
Sergio Arauz
Entre 2009 y 2010 la Asamblea Legislativa gastará más de un millón de dólares en pago de boletos de avión para que los diputados vayan al exterior gracias a un mecanismo que, en la práctica, responde más al deseo de viajar y percibir miles de dólares en viáticos que a la necesidad de capacitarse o de relacionarse con gobiernos de otros países.
El año pasado, según datos que la Asamblea Legislativa trata de mantener ocultos de la vista pública, se gastó más de medio millón de dólares en vuelos. Cuando llegó el momento de estimar el presupuesto legislativo para 2010, allá por septiembre, el criterio sobre el monto para viajes de este año fue tomar como piso la cantidad gastada en 2009. Producto de eso, el paquete de boletos aéreos por 500 mil dólares se sometió a licitación y fue otorgado a dos agencias. El rubro de gastos aparece en el presupuesto como "Servicio de emisión de boletos a diferentes países del mundo para el cumplimiento de misiones oficiales."
Según el documento, en 2010 los salvadoreños pagarán al menos 358 vuelos a diferentes partes del mundo, lo que es suficiente para que cada uno de los 84 diputados titulares se anote a cuatro destinos distintos, y todavía sobrarían 28 boletos. La cantidad de boletos equivale a que casi cada día del año algún legislador estaría saliendo en vuelo hacia otras naciones.
La lista de viajes programados para este año agrupa los boletos según seis regiones distintas del mundo: Centroamérica, el Caribe, Suramérica, Norteamérica, Europa y "otros países". El destino más privilegiado, el que más frecuentarán los diputados a lo largo del año es Europa, que coincidentemente también es una de las regiones para la que se entrega los viáticos más altos a cada viajero. Y ese dinero en concepto de viáticos -alimentación y transporte en los lugares de destino- se paga por aparte, a pesar de que ya los legisladores tienen en su sueldo incluida una partida de más de 2 mil 200 dólares mensuales en concepto de gastos de representación, transporte y comunicaciones.
El gasto de al menos medio millón de dólares al año solo en boletos aéreos se produce cuando el Estado carece de recursos suficientes para abastecer de medicamentos a los hospitales o para generar más plazas de policías. O, como en el caso de la misma Asamblea Legislativa, para atender un reclamo de los empleados, que estaban luchando por un bono equivalente a un sueldo extra, pero los directivos del parlamento alegaron que no hay dinero suficiente.
En 2009, los diputados también gastaron en pasajes aéreos medio millón, y lo mismo ocurrió en 2008. De los años 2006 y 2007 El Faro solo pudo obtener las cifras de montos presupuestados, pero la práctica año con año ha sido que los legisladores terminan volando más que lo que se incluye en las licitaciones. Los datos de las licitaciones reflejan mínimos, y para 2006 la Asamblea requirió la venta de 200 mil dólares en pasajes, y para 2007 la adquisición aprobada en el presupuesto se redujo a 130 mil dólares.
En la Asamblea no hay ni informes ni legisladores que expliquen los criterios por los cuales se decide cuánto y a dónde viajar, ni cómo se escoge a los legisladores que saldrán de excursión. Tampoco hay quien pueda explicar si se hace un mínimo análisis de costo-beneficio entre el dinero gastado en los viajes y la utilidad que significó haber viajado. Lejos de eso, hay quienes admiten que es una forma de aprovecharse del cargo para conocer otros lugares y para obtener una especie de sobresueldo gracias a los viáticos que pagan los salvadoreños.
Todo comienza a entenderse cuando desde la condición de anonimato uno que otro parlamentario suelta algunos detalles. El mecanismo de asignación de viajes funciona más o menos en estos términos: el primer requisito para aspirar a un viaja al exterior es ser diputado. Cumplido eso, hay que buscarse una computadora con conexión a internet y meterse al conocido motor de búsqueda Google. Una vez ahí, el interesado rastrea talleres, seminarios, conferencias o actividades similares que puedan estar relacionadas con el área en que se desempeña en la Asamblea Legislativa. “Solo es que se pongan a buscar en Google eventos en otros países y conseguir las firmas de la junta directiva para justificar una misión oficial”, dice uno de los directivos, que pidió que no se revele su identidad para no entrar en conflicto con sus colegas. Una vez elegido el blanco, la persona interesada se dirige al jefe de bancada de su partido o al representante de su partido en la junta directiva y le propone su plan. Algunos aprovechan que tienen acceso directo al presidente de la Asamblea, el pecenista Ciro Cruz Zepeda, y de esa manera el trámite es más corto y tiene mejores posibilidades de aprobación.
"Es un trámite de una semana a lo mucho", dice un asesor técnico legislativo que habla bajo la condición de anonimato. Después del aval de la junta directiva, el diputado solo debe esperar lo que se convierte en una mera formalidad: el visto bueno del pleno para salir de El Salvador en "misión oficial", con gastos pagados y el nombramiento de un suplente para que lo sustituya en su ausencia.
¿Cómo se reparten los viajes? En general, se cuida que cada partido tenga un emisario en cada excursión. Pero algunos dicen que hay una política no oficial de estímulos en la Asamblea y que gracias a ella algunos pueden ir a conocer otras partes del mundo. "El presidente y los directivos reciben invitaciones a congresos, seminarios y eventos en diferentes países, otra forma de viajar es que el presidente o un directivo te premie", revela un diputado, que también pide que no se divulgue su identidad por temor a represalias.
Mario Ponce, del PCN, asegura que el criterio para escoger cuánto y a qué se viaja es un secreto que guarda la junta directiva. Douglas Avilés, diputado de Cambio Democrático, defiende los viajes de capacitación, pero admite que no sabe si hay criterios transparentes para justificar los viajes. “Creo que deberían de ser justificados con base en resultados. Por ejemplo, un viaje de capacitación es útil... ¿a qué me refiero? A que si un diputado viaja a Argentina a un curso, al venir este debería rendir un informe, luego capacitar a los diputados de la comisión legislativa que no asistieron, pero actualmente es de otra forma”, dice Avilés.
Los billetes de avión no vienen solos. A cada salida o misión oficial hay que sumarle viáticos. Al menos 200 dólares diarios para cada excursionista, en el caso de los destinos más cercanos y más baratos. Todo pagado con dinero público. Lo mínimo que la Asamblea le asigna cada día a un diputado por alejarse de tierras salvadoreñas equivale casi a lo que gana en un mes una empleada salvadoreña en una maquila. El mínimo diario que recibe un diputado en concepto de viáticos es prácticamente un salario mínimo. En el otro extremo están aquellos destinos que permiten que por cada día un legislador se lleve al bolsillo 325 dólares.
En la Asamblea Legislativa nadie sabe o quiere dar información sobre el monto gastado en viáticos ni lo proyectado para este año. Tampoco se sabe la duración de cada uno de los viajes, y por lo tanto es imposible cuantificar el costo del mínimo de 358 misiones oficiales al exterior. Pero las cifras disponibles sí permiten hacer algunas comparaciones interesantes. Como por ejemplo, que si dos diputados viajan al destino más caro, los viáticos que recibirían por una misión de cuatro días alcanzarían para pagar el sueldo de dos policías durante tres meses. Un agente policial gana 424 dólares mensuales, mientras los viáticos diarios máximos para un diputado son de 325 dólares.
Otras estimaciones pueden hacerse gracias a que tanto legisladores como asesores técnicos de la Asamblea coinciden en que por lo general una misión oficial al exterior dura unos 5 días, y gracias también a que hay un reglamento de asignación de viáticos.
El reciente viaje a Israel durante la primera quincena de julio, por ejemplo, reportó a cada diputado mil 625 dólares en viáticos. El reglamento dispone que por cada misión se le asigna un día gratis de viáticos a cada diputado, para que pueda pagar los impuestos de entrada o salida que cobren en otros países.
Un ejemplo puede ser el del diputado Guillermo Gallegos, de Gana, quien consiguió un viaje a España de cinco días este mes. El reglamento de viáticos dispone que se le entreguen 225 dólares diarios, aparte de su salario. Esto suman un ingreso extra de mil 125 dólares, aunque se supone que sirve para sufragar los gastos de transporte y alimentación en su lugar de destino. A los mil 125 dólares extras hay que sumarle los 2 mil 568 con 58 centavos que recibe de salario, los mil 371 dólares que recibe por gastos de representación y los 914 dólares que recibe para transporte y comunicación.
Sin embargo, el abuso ha llegado a tal nivel que según un directivo que pidió que se mantenga en reserva su nombre, hay quienes piden se les apruebe una misión oficial al exterior, la Asamblea paga los boletos y el excursionista recibe los viáticos pero no se va de viaje. “Yo sé que algunos prefieren quedarse. Por ejemplo, hay un viaje a Europa de cinco días y el diputado prefiere quedarse en el país para no gastarse los viáticos y para tomarse los días libres en El Salvador”, explica el directivo.
Si se toma como base el plan de 358 viajes de 2010, en el que la región más visitada será Europa, podría hacerse algunas estimaciones del monto de viáticos anual. Pero primero hay que decir que algunos países de Suramérica son los que menos viáticos ameritan: 200 dólares por día. Por los más caros se paga 240. Si el viaje es a Centroamérica o a México, son 210 dólares. Si se trata de Norteamérica, 225. El gasto sube en Europa, donde se pagará entre 240 y 300 dólares. Lo más caro es Oceanía, África y Asia, que dan derecho a 325 dólares diarios.Si cada misión durara solo un día y el país de destino fuera siempre el más barato en términos de viáticos, el monto anual sería de 73 mil dólares. Pero los mismos diputados explican que la duración promedio de las excursiones oficiales es de cinco días. Eso hace que, como mínimo -suponiendo que todos los viajes tengan por destino los países más baratos-, la Asamblea gastará unos 387 mil dólares en viáticos en 2010. Esto es un ingreso per cápita de 4 mil 617 dólares para cada viajero, o sea unos 22 salarios mínimos.
Los mismos legisladores reconocen que un viaje en misión oficial es una especie de premio de utilidad personal, no pública. ¿Cómo se mide cuando un diputado abusa? Las voces siempre suenan en el anonimato: "Desde hace dos meses que no le aprobamos viajes a una diputada por San Miguel... Viajaba más de una vez al mes, y si no estaba de viaje pedía permiso por enfermedad... !imagínese!", comenta un parlamentario, que él mismo no acaba de asombrarse del aprovechamiento del dinero público. "Para que nosotros digamos eso es por que sí es abuso, ella sí se estaba excediendo", comentó un miembro de la junta directiva.
Aunque la fuente no quiso revelar la identidad de la legisladora, revisando la planilla legislativa, por San Miguel solo aparecen dos legisladores, una del FMLN y otra que hasta hace un mes era del PDC. Lo único que la fuente quiso decir sobre esa diputada viajera fue que "es una hermana de un alcalde bien famoso". Parecía referirse a Sandra Salgado, que hasta hace un mes también era secretaria de la junta directiva y que es hermana del alcade migueleño Wil Salgado.
El Faro buscó durante varias semanas a la legisladora para preguntarle sobre sus misiones oficiales pero nunca atendió teléfono. En las últimas semanas tampoco estuvo llegando a la Asamblea. En su oficina explicaron que ha pedido permiso por enfermedad. No hay certeza de que a ella se refiriera el directivo y la información que podría dar luz sobre los viajeros que más millas acumulan la manejan como secreto.
Hace 10 años, después de una excursión a República Dominicana, una diputada regresó y puso queja ante la junta directiva: denunció que de los 12 miembros de la delegación legislativa salvadoreña, solo cinco participaron en la actividad a la que se les había invitado. Nidia Díaz, que ahora es diputada al Parlacen, asegura que después de su denuncia fue que la Asamblea Legislativa adoptó la costumbre de exigir a cada viajero que recorre el mundo con gastos pagados por los salvadoreños, que presente un informe.
El Faro preguntó a diputados de todos los partidos sobre esos informes, y aunque algunos aseguran que existe el archivo en el que se acumulan esos reportes, nadie sabe decir dónde está, ni quién es el responsable ni cómo acceder a él. En lo único que coincidieron es en que es de uso reservado de la junta directiva.
“Mire, yo puedo hablar pero no me mencione, si no me van a hacer bola negra”, dice un directivo que confiesa que la directiva ha decidido ocultar la información sobre viajes y viáticos porque la prensa la utiliza para dañar la imagen de los legisladores.
Al revisar el documento que enlista los viajes previstos para este año, España sobresale como el destino más frecuentado. 50 de los 101 viajes a Europa se harán a ese país. Norteamérica es el segundo destino favorito, con 84 vuelos. Le sigue Centroamérica, con 71, luego Suramérica, con 64, luego va el Caribe, con 19. Con 19 boletos está también "otros países", que incluye naciones como Laos y Filipinas, en el sureste asiático, o Etiopía, en el noreste de África.
La regla no escrita, que sirve para evitar quejas, es repartir las excursiones por igual, y por eso compran para cada destino un número de billetes que asegure enviar al menos un delegados de cada partido. Por ejemplo, para este año hay al menos ocho asientos apartados para volar a La Habana, Cuba. Cartagena, en Colombia, tiene un espacio reservado para un delegado de las cinco fracciones que tiene representación en la junta directiva.
“Yo creo que los viajes sirven para establecer y mantener buenas relaciones con otros parlamentos, también sirve para cosas concretas, como cuando viajan a establecer acuerdos de cooperación, en esos casos son útiles y se justifican”, dice Donato Vaquerano, jefe de fracción de Arena que habla en general de los criterios y utilidad para los salvadoreños de tanta misión oficial cuyo beneficio parece evidente para los viajeros, pero no para los salvadoreños.Sobre el criterio para definir cuánto y a dónde se viaja, dijo no saberlo con claridad. Pero un empleado legislativo que tuvo acceso a alguna información asegura que la idea es tomar como base lo que se hizo ahora para pensar que mañana se hará al menos lo mismo, si no más. “Siempre se parte de mínimos, pero se pueden anexar otros boletos y se suma a la cuenta... la licitación de 2010 está calcada de los viajes que se hicieron el año pasado, es para hacer una proyección mínima”, asegura.
10 años después de la denuncia de la diputada Díaz no hay informes públicos que justifiquen el millonario gasto en viajes. Enrique Valdés, diputado de Arena y ex directivo de la Asamblea, dice que no tiene por qué hablar de cuánto gasta la Asamblea en viajes. Este legislador fue uno de los cinco elegidos para ir a Israel del 3 al 7 de julio. Su jefe, Donato Vaquerano, fue también y alega que al menos la visita a Israel sirvió para mantener bien las relaciones con otros gobiernos o parlamentos, aunque esa no es una de las tareas prioritarias de la Asamblea. De hecho, las relaciones exteriores son competencia del Ejecutivo, no del Legislativo.
Junto a ellos viajaron también el presidente de la Asamblea, el pecenista Ciro Cruz Zepeda; Roberto Angulo, también del PCN, y Sigfrido Reyes, del FMLN.Orestes Ortez, diputado del FMLN, se rehusó a opinar sobre el tema. Dijo que ya le habían advertido que este periódico andaba averiguando sobre la política de viajes y que él no iba a explicar nada del asunto.Mario Ponce, del PCN, se excusa diciendo que la generalidad de los diputados no tienen acceso a esa información. “Ese tipo de información solo la conoce la junta directiva, los demás diputados no tenemos acceso a esos informes o registro de viajes”, dice.
Guillermo Gallegos también se rehusó a explicar sobre el fenómeno viajero o sobre su reciente misió noficial a Salamanca, España.