martes, agosto 25, 2015

¿QUE SI FUE MI AMIGO EL CHATO? ¡PUES CLARO QUE FUE MI AMIGO!


A Mario Gómez, in memoriam


Hoy me llegó la noticia, 
no sé ni de quién, ni quiero
saber quién trajo la nueva
pero que duele, me duele.

Eran mis días de chavo
jodión y medio en mi barrio
cuando todo lo arreglaba
con una buena puteada
o con un mi par de tragos.

El Chato, más comedido,
porque era mayor, pues claro;
tomó la amista' en sus manos
y cuando ya no chupaba
si ahuevado me miraba
me acribillaba a consejos.

Y entre consejo y consejo
las sonoras carcajadas
del marón que se cagaba
del chiste por el ingenio;
y el barrio que se asustaba
porque era de madrugada
y todavía la mara
bien clariadita, jodiendo.

De no haber sido por Mario
no habría leído a Hugo
y José Ingenieros fuera
sólo un apellido raro
de un filósofo argentino,
y mi mente careciera
de un bálsamo puro y fino.

Un día tuve que irme 
a la mierda de mi barrio
porque me andaban buscando
para matarme los malos.
Y cuando fui a despedime 
de mi gran amigo Mario
me dijo "no te vas solo
te llevás todo el cariño
de la mara de tu barrio.
Además vos sos bien coco,
esas lágrima culeras
que ahora estás derramando
van a regar las raíces 
de otro Alfredo en otra tierra."

Y no se equivocó el Chato
treinta y tantos largos años
me separan de mi barrio
y estas lágrimas culeras 
que hoy me salen de los ojos
son porque no puedo darte
el último adiós mi hermano.

Vos tampoco estarás solo
saludame al Gato Víctor,
Car'eloco y Caballero, 
a Chachama, a Julián Monge,
a Tobitón y a Tortuga.
Ya pocos vamos quedando
de nuestra mara del barrio.
Y cuando se vaya el último,
ya cuando estemos cabales 
el diablo se v'ir al diablo
y va a ser otro el chimbolero.

Descansa en paz mi hermano,
reposa, te lo mereces...

San Rafael, CA/martes/agosto25/15/7:10pm